Placer añorado en el salón de clases - Relatos Eróticos

Placer añorado en el salón de clases

... a meter, una y otra vez hasta el fondo de lo garganta, le gustaban mis arcadas y ami encantaba complacerlo, luego paro y me dijo: ahora emcargate tu- obedecí y comienza a comerme esa vergota a mi antojo, la metia y la volvía a a sacar, podía sentir sus venas y su pinga caliente con mi boca, chupaba solo la cabeza y luego la pelaba fuertemente con mis manos, eso le gustaba aun mas, lo podía escuchar en sus gemidos, agarro mi cabeza de costado, me dijo que sacara mi lengua y comenzó a pasar su enorme verge, desde la puntita hasta esos testículos peludos y cuando estuvo alli , me dijo: lameme las bolas, ahí se prepara tu néctar de la gloria, obedecí, tenía que preparar la lechita y metía cada una de sus bolas enteras a mi boquita, mojando todos sus pelos y poco a poco sentía con mi lengua como se iban contrayendo sus enormes testículos, entonces me dijo: ya casi sale tu lechita mi perra, solo hazme lo de antes y meti solo su cabezota en mi boca pelandole con mis manos esa pingona y estuve así pelando fuertemente. K:hazlo mas rápido mi putito- dijo gimiendo y lo hize con una todas mis fuerza, sin despegar mi boquita hasta que me grito: saca tu lengüita chiquito, ya sale tu lechita…- obedecí una vez mas y valio la pena porque de pronto pude sentir en mis manos cada una de las contracciones de su pinga y en mi paladar y lengua sentí chorros y chorros de leche blanca y caliente, con tanta fuerza que hasta ...

... alguna gotas me llegaron al cabello. Ahi estaba yo con tado la boca, cara y pelo chorriado de jugo de hombre, mi premio, mi tan anelafo premio. Después que deje de sentir sus contracciones supe que ya había terminado por completo, K estaba sudoroso y jadeante, como muy cansado pero lo veía coontento, muy contento, esa dulce sonrrisa, que me hizo sentir muy feliz, había logrado complacer a mi macho, el me miro y me dijo: tragatelo todo- susurrando- eso te va a hacer mas putita- obedecí a mi adorado amo y traue su rica leche inflando mís chachetes, el me agarró la cabeza comenzó a limpiar su semen en mi cara con sus dedos para luego meterlos en mi boca, mirándome, siempre mirándome dulcemente a los ojos, por ultimo enrredo sus dedos en mis cabellos crespos, limpiandome la ultima gota de si néctar y dándome en la boca, limpie los contorno de sus prepucio jalandole hacia arriba haciendo como una sopita de néctar de macho y limpie por completo su semen K: muy bien perrita, dejame revisar- y reviso mi boca y no encontró ni en rostro de su semen, sonrrio- te lo tragaste todo- me dijo,- muy bien hay que cambiarnos para ir al gimnacio ya mi peresozo- y me revolvió el cabello, me. levanto, nos cambiamos y nos fuimos al gimnacio. En realidad no se donde chucha habran estado los auxiliares o los profesores aquella mañana de colegio pero siempre mes agradeceré el haberme dejado cumplir el anhelado sueño de un niñato timido