En el Gym 2 - Relatos Eróticos

En el Gym 2

Seguí yendo al gym con Eduardo y a su casa. Seguíamos entrenando con mi amigo Eduardo, ese tremendo hombre, que me había mostrado las delicias de tener una polla en el culo y en la boca. En la sala de musculación, hacíamos cada cual su rutina, yo estaba siempre supervisado por mi amigo, pero cuando entrábamos al sauna, y casi sin mediar palabras, yo me abalanzaba sobre su polla y se la chupaba mientras nuestros cuerpos chorreaban sudor, sintiendo su mano acariciar mis nalgas. Mas de una vez lo hice correr en mi boca. "Y como te llevas con tu mujer ahora?", me decía Eduardo mientras nos íbamos a tomar una caña, "mejor que nunca, a Zara le gusta mucho el sexo anal, y cuando lo hacemos ella disfruta tanto, que hasta no haberlo echo yo, no entendía su placer", le dije, terminando la cerveza y nos fuimos cada uno a su casa. Al otro día cuando llego al gimnasio, estaba Eduardo sin haberse cambiado todavía, "Jorge, tienes ganas de ir a casa?", me dijo Eduardo, pasando su mano por mis nalgas, "mmmm, me huele que me quieres follar", le dije, sonriendo. Nos subimos en su coche y nos fuimos, íbamos conversando, no era la primera vez que iba a su casa a que me folle. Entramos,dejamos los bolsos en el salón de su casa, fui a la nevera y traje dos cervezas, y estábamos hablando de todo un poco, "que sientes cuando te penetro?", me dijo Eduardo, "bueno, la primera vez que lo hicimos, estaba nervioso, no sabía como iba a reaccionar en el momento de que me ibas metiendo la polla y sentía mi ...

... ano abrirse, pero no me disgustó para nada, hasta que la metiste toda y ahí si que empecé a disfrutar", le decía, "es que soy irresistible", me dijo, y nos reímos a carcajadas, "pero lo hiciste por probar, ya que dijiste que tu mujer goza mucho siendo penetrada por el culo, querías saber que siente, pero ahora estas siempre dispuesto a dejar que te folle", me decía, "es que me siento bien, me das mucho placer cuando me penetras y ni que decir cuando te la estoy chupando", le decía, viendo como se ponía de pie y aflojaba su pantalón, sacando su polla y yo sonriendo, la cogí con mi mano y la lleve a mi boca, sintiendo como Eduardo la hacía entrar y salir a medida que yo la chupaba, "te imaginas los dos follando a mi mujer y luego tú follándome a mi delante de ella", le decía, lamiendo la cabeza y el tronco de su polla, "te gustaría que tú y yo nos follemos a tu mujer?", me dijo, cogiendo mi cabeza y metiendo su polla dentro, yo solo pude mover mi cabeza para arriba y para abajo, confirmando lo que él decía, mientras seguía chupando su polla. "Vamos a la cama?", le dije, sacando su polla de mi boca y con ganas de que me folle. "Nunca me imagine ser pasivo", le decía a mi amigo, dejando que me acomode en la cama para empezar a follarme. Me puso de cucharita, con mis rodillas bien pegadas a mi pecho y mi culo bien salido para afuera, él se acuesta a mi lado, bien pegado, siento su polla entre mis nalgas, con mi mano me abro la que esta arriba, y empecé a gemir y disfrutar sintiendo ...