1. Mi vecina Andrea


    Fecha: 27/08/2018, Categorías: Sexo en Grupo Erotismo y Amor Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos

    ... novio sólo era un buen chico que pudiera ser sólo su amigo pero que no sentía mucho por él. Su desfachatez y cinismo me excitaron y le pedí si le podía torcer el cuello al ganso allí mismo en su presencia. Distraídamente me dijo que si y yo procedí a lo mío frente a ella. Ni siquiera me di cuenta cuando en un abrir y cerrar de ojos Andrea se metió mi falo a la boca para masajearlo estupendamente. "La tienes gigante Manuel", me dijo mientras se la saboreaba a salivazos. "Déjame ver tus tetas", le dije pensando que me iba a volver loco de felicidad. Ni tarda ni perezosa se desbotono la camisa escolar se abrió el corpiño y de las dos copas salieron refulgentes un par de senos blancos adornados de un inmenso pezón rosa que en su erectez semejaban un perfecto chupon de mamila para bebé que en cuestión de segundos bati en una espeso baño de leche blanca que escurrio desde su cuello hasta el resorte de su falda concentrandose principalmente en sus tetas, que quedaron acuosas, pegajosas y brillosas de tanta leche recibida. Ese día nos besamos por primera vez y le limpie los senos con toda mi dulzura. El día siguiente, domingo, ya estaba con mi café en mano asomandome por la ventana esperando ver a Álvaro escabullendose a la casa de mi amada. Andrea le abrió y Álvaro se lanzó sobre sin darle siquiera tiempo a cerrar la puerta. La dejaron abierta. Descubrí un océano de posibilidades en ese descuido y corriendo me fui a asomar lo que estaría ocurriendo. Andrea, con el short hasta los ...
    ... tobillos, yacía con sus blancas piernas totalmente abiertas recibiendo la hombría de su libidinoso amante, quien bombeandola, encontraba la forma de lamerle las tetas dejando rasgos muy líquidos de sus salivazos de pasión. "Eres mi putita, verdad mi amor?" le decía Álvaro a Andrea mientras se fusionaba con ella. "Soy tu zorra cabron, cogeme como la puta que soy, cogete a mi cuerpo como quieras, usame", le decía mi Andrea al libertino que usaba su cuerpo para saciar sus ansias bajas. "Cogeme como animal antes de que lleguen mis padres y vean a su hijita consentida abierta de patas". Al escuchar eso, por instinto, desenvaine y jale mi aparato ya lechoso expulsando borbotones de esperma que fueron a caer en el mismo suelo donde los papás de Andrea tantas veces me habian llenado de amabilidades y ahora yo ensuciaba de mecos mientras veía cómo el vecino poseía a su chiquita mientras ella, abierta de patas, recibía gustosa el palo del placer, el palo de su vecino Álvaro que se incrustada feliz en sus carnes empapadas de jugos femeninos. Hermosa se veía. Una chiquita haciéndose mujer en la sala de sus papás. Y lo mejor de todo es que ella me vio viéndolos y no dijo nada. En la tarde la invité al cine a ver la película más aburrida que había y le metí mano. Sabía y había visto que el vecino había estado allí hacia unas horas pero no me importó y la explore y reexplore con felicidad acuosa. Su cuerpo vibro fuerte y ella me metió mano de manera magistral. Acurrucada en mi hombro se ...