1. Paola, seductora


    Fecha: 06/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Paola ….. seductora Tenia hermosos 28 años y sin embargo había contraído matrimonio con alguien que la superaba al menos en la mitad de la edad, el era un profesional de 43 años. El matrimonio tenia 3 hijos, ambos de escasos 5, 6 y 7 años. Paola, por su juventud, no tuvo mayor dificultad para conseguir que su esposo le permitiera continuar con sus estudios universitarios. Al fin de cuentas, por su edad y su figura, estaba completamente adaptada a la vida universitaria. El matrimonio vivía en Santiago (Chile) donde alquilaron un apartamento en un edificio que apenas constaba de seis similares. Su piso era el segundo y yo, para fortuna, llegue a vivir al primero. Siempre veía a Paola salir de su vivienda. La saludaba aunque éramos escasamente conocidos, pero su figura no pasaba fácilmente inadvertida para un hombre. Tenía un hermoso cabello lacio, largo, que le llegaba a la mitad de la espalda, labios provocativos y sensuales, un busto que calculo era de talla 90, pues sus senos sobresalían cualquiera que fuera la ropa que tuviera puesta, pero lo que más llamaba la atención eran sus piernas, eran muslos redondos y gruesos, pero se cuidaba de no ponerse falta y hablo de cómo eran porque en una ocasión la observé con falda corta llegar rápidamente a su apartamento y bajarse de un vehículo de servicio público. Supongo que su marido no le permitía usar faldas como esas dado que nadie podía decir que no le excitaban tan lindas piernas. Eun una oportunidad, la pareja salía del ...
    ... edificio, al parecer con destino a alguna fiesta, pues iban elegantes y no pude sino contener mi erección cuando vi que Paola llevaba puesto un vestido extremadamente corto, y al bajar las gradas sus hermosas piernas se veían mucho más excitantes, estaban cubiertas por unas sensuales medias de seda. Note que mi deseo iba aumentando paulatinamente, pues esa noche, cuando su esposo sacaba el coche del garaje, Paola me saludó de una manera que me puso a pensar en lo que de pronto podía suceder. Y para mi las cosas sucedieron más rápidamente de lo que pensé. Por razones de mi trabajo, debía viajar al terminal aéreo de Santiago, en donde portearía una mercancía con destino a Valparaíso. Cuando me aprestaba a subir a mi vehículo, que parqueaba junto al del esposo de Paola, el esposo de ella me preguntó hacia donde viajaba y al manifestarle que al terminal, me dijo que él tenía programado un viaje al interior y que pensaba viajar en un autobús de servicio público, pero que si yo accedía podía llevar su vehículo y aprovechar para que Paola y sus hijos pudieran despedirlo. Acepte inmediatamente y el viaje no tuvo nada de especial, salvo el que por comentarios de él me enteré que tardaría al menos ocho días en regresar, pues pensaba trasladarse hasta Viña del Mar y luego a Buenos Aires. Los pensamientos eróticos fluían en mi mente, aunque nada había existido entre Paola y yo. El viaje de retorno fue llenándose poco a poco de ingredientes que aumentaban mi deseo y una incontenible erección de ...
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