1. Enfiestadísima


    Fecha: 29/08/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    Mi hermana cumplió los 22 cuando el invierno hacía sus primeras apariciones en el horizonte, y un mes después decidió festejar el día del amigo en casa. Me sorprendió, ya que la última vez que lo hizo fue a los 18. Pero, además de eso, creo que también festejó que al fin tuvo el valor de cortar con el apático, estúpido y vago de su novio. En general, gracias a esa relación se había quedado sin amigas. Aunque siempre sabía cómo mantenerles la pija calentita a sus amigos. Yo no me tragaba eso de que todos se la querían poner. Más bien ella los histeriqueaba, les insinuaba cosas, y hasta les mandaba fotitos osadas por whatsapp. Una vez la vi sacándose una tirada en la cama y en tetas para enviársela a un tal Jony. Igual, yo sentía un dejo de justicia en el fondo, porque el novio no paraba de cuernearla, y la boluda lo perdonaba. Además la guacha está buenísima, por lo que hasta para ciertas minas es un cóctel más que irresistible. Tiene la piel oscura, es morocha con ojos negros, profundos y perversos, cara de mala, una boca de petera que hace temblar a todo aquel se la imagine en su pene, una voz sugerente, dos tetas listas para ser carnada de una jauría de machos, una cola poco formada aunque con estilo, y algunos kilitos demás. Eso la acomplejaba a veces, pero jamás retrocedía cuando su plan invadía sus pensamientos. Por eso, cuando por la mañana del miércoles, día en que caprichosamente cayó el día del amigo, me contó lo que pensaba hacer por la noche, y supe que se ...
    ... avecinaba el descontrol en casa. Nuestra madre había salido con amigas, y nuestro padre laburaba de sereno en el banco. Sólo mi novio y yo éramos los afortunados en quedarnos, aunque la sola idea de que la pendeja se propasara con él me revolvía las tripas. Entonces, llegaron las nueve de la noche, y el primer invitado. Era Sergio, uno de sus primeros novios en la adolescencia. Ni bien entró se le colgó de los hombros para franelearle bien el cuerpo, se lo tranzó y se agachó para bajarle el cierre del pantalón. Sacó su pija con delicadeza, le dio unos lametones tiernos y se levantó para guiarlo a la cocina. En la mesa había varias botellas de alcohol y jugos frutales para preparar todo tipo de tragos. También crema de leche, frutillas en una fuente, una tabla con fiambres, quesos y aceitunas, pan y salchichas cortadas. Mi hermana estaba con una calza ajustada, una remera rosada hiper escotada, unas sandalias altas, con el pelo recogido en una trenza y, la evidente ausencia de ropa interior. Ni bombacha ni corpiño! Encima la chancha no se había bañado. A los diez minutos llegó Hernán. Con él procedió de igual forma, y lo llevó a la cocina. Ella los había citado a todos con diez minutos de distancia para tener un poquito de intimidad con cada uno. De hecho, con Hernán fue más complaciente, porque lo dejó que le manosee las tetas. El próximo en llegar fue el tal Jony. El guacho disfrutó un poco más de las lamidas de su lengua en la pija, ya que al parecer venía bien dotado. Luego llegó ...
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