1. Mi amiga Promise


    Fecha: 29/08/2018, Categorías: Sexo con Maduras Hetero Autor: Fotoman, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis paredes vaginales se contraían, y entonces estallé... Él paró un momento dejando que me recuperase, pero inmediatamente después siguió bombeando mi coño. Agarró fuertemente mis caderas y empezó un violento mete-saca, follándome entera... Las penetraciones eran muy profundas pues no sólo empujaba brutalmente con su polla, sino que además llevaba mis caderas hacia él. Ya no era dueña de mí, la lujuria se adueñó de mi persona entonces le dije. —Víctor déjeme que me suba, quiero montarlo, quiero demostrarle cuan agradecida estoy con usted. Sin decir palabras se hecho de espalda dejando esa pija larga y tiesa a mi entera disposición, sin necesidad de tomarla con la mano su miembro encontró mi raja, la cual se introdujo sin demasiada resistencia. Mientras tanto Gauge no perdía detalles con la cámara. Comencé a moverme como nunca antes lo había hecho, sin que nadie me lo enseñara aprendí a moverme como una víbora, movía en círculos mis caderas, dejando la pija casi en su totalidad afuera, para tragarla nuevamente hasta rebotar en sus huevos. Él no se quedaba atrás y comenzó un mete y saca realmente endemoniado que me arranco espasmos de placer y gemidos que anunciaban mi segundo orgasmo tuve la necesidad de decírselo. —Mi amo… ooor, te ...
    ... amo, quiero que me cojas siempre, nunca me hicieron tan feliz. Sus ojos me decían que no podía ya aguantar demasiado, yo ya le había dejado mis líquidos en su polla entonces me dijo. —Promise quiero acabar en tu boca, que me ordeñes la leche que tengo guardada para ti. Lo hice lentamente, hasta que vi que él ya no podía más. Entonces empecé a hacerlo paulatinamente más rápido, haciéndole una paja con mi boca, un rápido mete saca. Lo hacía tan deprisa que pronto me empezó a doler el cuello. Iba a decírselo a Víctor cuando me gritó que se corría... y se corrió. Sí, señor. En toda mi boca. O mejor sería decir en toda mi garganta, porque noté cómo un chorro caliente y espeso de semen se me colaba por la garganta y descendía hasta mi estómago. Terminamos recostados en el sofá, agotados pero sumamente satisfechos, Gauge me sonreía, como aprobando lo que habíamos hecho. Desde aquel día mi teléfono no paro de sonar, no eran mis compañeros ni mi exnovio, sino productores que estaban interesados con mi trabajo de modelo "de escenas eróticas". De esa manera me catapulté a la fama no precisamente como hubieran querido mis padres, pero igual me siento orgullosa de poder hacer feliz a tantos hombres con mis fotos, y de paso ganar un buen dinerillo. 
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