1. Devorame


    Fecha: 06/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: NenaJoven, Fuente: SexoSinTabues

    ... negra que llevo puesta no deja nada a la imaginación. Como siempre estas estacionado en el mismo lugar a unas cuantas cuadras de mi casa. La puerta se abre… Dios cuanto me gustas, no sé si eres atractivo para las demás, pero para mí eres el hombre más guapo del mundo, me lanzo sobre ti antes de que si quiera me des los buenos días mi lengua se apodera de la tuya, besándote con intensidad, correspondes con el mismo deseo, tomándome acercándome a ti. No paramos de besarnos, con el aliento entrecortado “También te extrañe” me dices, lo bueno de los carros de antes es que podemos ir pegaditos mientras conduces una mano en el volante y la otra acariciando mi intimidad, yo hago lo mismo mientras nos dirigimos al hotel. Entramos todo empapados a la habitación la lluvia cae con fuerza, el deseo es demasiado lo primero que haces al cerrar es atraerme hacia ti, pegándome a la pared besándonos con intensidad. Tus manos desabotonan mi camisa, con algo de torpeza por la velocidad con la cual vas, las aparto con suavidad para abrir los botones, tu mirada se fija en mis senos aprisionados por el sostén, metes tus manos allí, tu miembro se siente tan duro que no puedo esperar a volver a sentir como me haces tuya. Entre besos y caricias dejamos de lado la ropa, en todos estos años siempre me ha sorprendido tu creatividad pues alguna pose nueva u otra cosa traes para cada encuentro. Me encanta que seas más alto que yo pero que aún asi puedo alcanzar tus labios con facilidad. Nuestras bocas no ...
    ... se detienen, simplemente no pueden debo tomar aliento pues no me dejas respirar. Tu cuerpo contra el mío cayendo en la cama, me encanta sentir ese deseo, esa lujuria desmedida, esa necesidad que tienes de mí, la misma que yo tengo de ti. La lluvia es fuerte suena de fondo entre nuestros primeros jadeos y gemidos. Me abrazas con fuerza sabes que no soy amante de las tormentas. Palpas mi rajita, la depile a la perfección para ti, tu pulgar presiona mi clítoris y tu boca en mi oído lamiendo y mordiendo. En el ayer quedo esa niña que temblaba al sentir tus manos descubriendo cada parte de mi cuerpo, mientras me decías que me calmara que siempre me cuidarías. Hoy está la hembra deseosa, esa que necesita sentir como su hombre la posee. La que invita a más y claro que te pide siempre más, lo mejor siempre das la talla. Damos vueltas en la cama, mientras nos tocamos sin cesar, nos besamos sin pausa, quedo sobre ti colocas tus brazos a los lados, y me ves con esa sonrisa pícara que tanto me pone. Tus manos no paran de tocar mi culito una que otra nalgada que se escucha resonar en la habitación. Para volver a colocarlas a cada lado nuevamente. Mi mano dirige tu verga a mi rajita, me dejo caer con lentitud y al tenerla toda adentro ambos soltamos un suspiro como diciendo “al fin” me muevo despacio y bajo a besarte. Sufro una grave adicción a tus besos, los únicos que conozco… Mis movimientos se aceleran, me miras soltando uno que otro quejido de placer, sin tocarme me dejas hacer a mi ...