La granja: ¿premio o castigo? Patricia y Erick se confiesan
Fecha: 31/08/2018,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Crom, Fuente: CuentoRelatos
... entre risas – somos más que suficientes – finalizo. Está bien entonces hagámoslo – acepto tío al posando una mano en mi hombro – pero después que terminemos con las cosas de la granja, ya nos falta poco – termino. Nos levantamos de la mesa con el pensamiento de la piscina y fuimos a descansar un rato para volver a salir aproximadamente a las tres de la tarde antes de continuar con el trabajo pendiente estudiamos el terreno para ver en qué lado íbamos a construir la piscina, y escogimos detrás de la casa, haríamos un puerta por la cocina, talaríamos unos cuantos árboles y era una excelente idea. Pasamos la tarde trabajando, tío Albert usaba la maquinaria para preparar la tierra del cultivo, Erick y Cris ayudados con una grúa que habían adaptado para poder mover los árboles talados los apilaban y los trozaban para convertirlos en futuras cercas y yo pues arreglaba el granero y limpiaba el desastre de los animales. Terminamos exhaustos como siempre dejamos las cosas en su sitio y entramos a casa para la cena tan solo nos lavamos y devoramos todo lo que tía Pat preparaba siempre con amor – que buena mujer era, definitivamente mi tío se sacó la lotería – estábamos esta vez comiendo el postre cuando por las escaleras bajaba lentamente la Diana la mujer de Cristopher. Cris preocupado se movió rápidamente para ayudar a su mujer, la ayudo a sentarse a la mesa y hablo: Cris: Amor que haces levantada el doctor dijo que tenías que estar en reposo. Diana visiblemente demacrada: Lo se amor ...
... pero me aburro allá arriba, siempre escucho sus risas y quiero estar aquí, además el doctor solo dijo los primeros seis meses 3 meses y ya han pasado 4, ya no me duele y ya no me siento mareada. Cris: Esta bien pero cada vez que quieras bajar o subir avísame o a alguno de nosotros para bajarte, estamos. Diana: Esta bien, aunque no quiero ser ninguno molestia. No lo eres, eso ni lo digas – dijo Albert frunciendo el ceño Avísanos cuando quieras algo, te ayudaremos – dije yo. Comimos el postre a gusto con todos en la mesa, esta vez la familia estaba completa, todos lucían muy animados, conversamos por horas de cosas triviales hasta que el sueño asomaba nuestros cuerpos, y finalmente cada uno fue a su cama. Estábamos tan cansados como para ir a darnos una ducha, solo nos sacamos la ropa y quedamos en calzoncillos, con nuestros brazos por debajo de la cabeza ambos mirábamos al techo, nos quedamos así por varios minutos hasta que mi primo rompió el hielo Erick: ¿Desde cuándo papá y tú hacen eso? Yo: Solamente desde ayer, solo ocurrió dos veces ¿De verdad no te importa en lo absoluto? Erick: No, para nada es lo que pasa con mama y no lo culpo por hacer lo que hace, si algo hemos aprendido de papa es a ver las cosas desde otra perspectiva a la original. Yo: ¿A qué te refieres? Erick: Que si mamá no le cumple, él tiene que desfogarse de otra manera, y me alegro que sea contigo. Yo: Algo parecido me dijo tu mamá, de verdad me pareció raro, primero la tía Patricia y ahora tu, mi cabeza ...