1. Y una noche llegó borracho...


    Fecha: 06/10/2017, Categorías: Fetichismo Sexo con Maduras Tabú Autor: montgomeryburns_69, Fuente: xHamster

    Este es un "relato" REAL, escrito por una madre de 43 años en referencia a un espisodio sucedido con el muy jovencito hijo de su esposo (menor de 18 años). El evento sucedió en agosto de 2014.---G llegó a casa alrededor de las 4 de la mad**gada luego de ir a bailar con sus amigos y amigas; le había pedido que volviese más temprano, y no me di cuenta hasta que lo tuve cerca el porqué de su demora: estaba eminentemente borracho. Totalmente borracho. Tanto que mientras yo veía una película, desvelada, desveladísima, y todos en la casa dormían, pude escuchar cómo le costó casi cinco minutos colocar la llave en la puerta y poder entrar. Al principio un poco me asusté, pensando que alguien quería entrar pero me tranquilicé cuando lo escuché murmurar en un tono algo elevado un insulto contra esa puerta que se negaba a recibirle la llave. Confieso que me reí para mí misma luego.Vi cuando entró, ya que el ingreso es directo al oscurecido living comedor de la casa –ya que sólo la imagen de la televisión lo iluminaba-, chocando con su hombro el marco de la puerta y caminando en un muy evidente estado de ebriedad. Me paré y me acerqué a él, tratando de ver qué sucedía realmente. Lo olí y enseguida entendí. Le pregunté si necesitaba ayuda y me dijo que no; esbozó una negativa un poco entonada mientras sus ojos registraban velozmente a sus costados, perdidos, desorientados, con toda la sintomatología de alguien que había bebido más de la cuenta. Lo dejé que intente caminar sólo pero ...
    ... mucho trayecto no hizo, recostándose –me corrijo-, tirándose, en el sillón donde yo estaba mirando sin interés una película dos minutos atrás.Le pregunté cómo se sentía y lo increpé, con cierta falta de autoridad al no ser su madre biológica, por haber bebido tanto. Me respondió que no pasaba nada, que estaba bien. Ciertamente no lo estaba. Ofrecí ayudarlo a llegar al dormitorio, evitando hacer ruido y que su padre se entere de lo que estaba pasando. Me dijo que en un momento iba, que sólo necesitaba quedarse sentado en el mullido sillón, lugar donde ya estaba, recostado sobre el respaldo. Parecía dormirse y despertarse, todo el mismo tiempo. Balbuceaba cosas que no se entendían, bajito, casi para sí mismo. Allí permaneció algo de diez minutos, que utilicé para ir al baño a orinar.Cuando volví la imagen me sorprendió bastante más de lo que me venía sorprendiendo: sentado como estaba, con la cabeza reclinada para atrás, en visible posición cómoda, sacó su enorme pene del pantalón y se estaba masturbando con cierta dificultad. Sin dudas estaba haciendo total caso omiso al lugar y no estaba registrando mi presencia física ahí. Sencillamente se estaba masturbando (o eso intentaba).Me quedé observándolo, sin decir nada. Sabía que debía frenarlo, ponerle un fin a la situación, que estaba mal tanto que yo lo mirase como que él estuviera haciendo eso en ese lugar, a esa hora, de esa forma. No lo hice. Dejé que continúe. Lo había visto desnudo en una fotografía que encontré revisando su ...
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