1. Vanesa


    Fecha: 03/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Conocí a mi cuñada bastante antes que a mi mujer. Vanesa, que asi se llamaba mi cuñada, salía con un amigo de la infancia. Aquella chica me gustó desde el primer dia.Era sencillamente preciosa. Rubia y de pelo liso, menuda y delgadita, de ojos azules y piel muy blanquita. Tenía un buén culo y unas tetas ideales. Con los años había ganado algo de peso y se había hecho mujer, pues sólo tenía 20 años. Ese motivo le había otorgado más caderas y un culo y unas tetas hermosísimas. Lo cierto es que estaba más que buena. Nuestra relación siempre había sido muy buena, y que decir años después cuando me casé con su hermana. Como la relación entre su marido y yo era fabulosa ya que habiamos crecido juntos existía una enorme confianza entre las dos parejas. Yo iba a buscar a mi cuñada al trabajo o a la viceversa. Todo había sido normal hasta aquella noche. En el pueblo de mi infancia estaban de fiesta y el marido de mi cuñada lo celebraba en casa de sus padres. Mi mujer y mi cuñada por lo contrario trabajaban. Vanesa estaba de turno de tarde y mi mujer de noche. Había quedado yo de buscar a mi cuñada al trabajo ya que así la dejaría en su casa ,que distaba muy lejos de la de sus suegros y yo me retiraba después a la nuestra, que quedaba justo al lado. Vanesa trabajaba en una farmacia. Cuando llegué recogía y ordenaba recetas. Estoy enseguida- Me sonrió resaltando esos ojazos azules que tenía. Llevaba un pantalón flojito blanco y una blusita del mismo color. Estaba tan morena y ...
    ... hermosa. Me molestaban mis pensamientos como hombre hacia ella pero tampoco podía evitarlos. Era hermosa, muy hermosa... Entró al coche y su perfume resaltó su saludo: -Hola- -Hola- Respondí- Mucho trabajo?- -Bastante, la gente se pone enferma más en fin de semana que nunca- Como había quedado en dar un recado paramos en un pub del pueblo en el que vivimos. A quién debia entregarle el recado nadie lo habia visto y entonces pedimos algo de beber. No había tampoco prisa. Me sorprendió que pidiera un vermut pero tampoco era nada fuera de lo normal. Hablamos mucho tiempo y reíamos mientras las copas se sucedían- LA verdad es que nos caíamos bién, y conectabamos mucho. Sobre las 12 de la noche me dijo: -Nos vamos, cuñado?- -Cuando quieras- no se por qué pero me encantó que me llamara con esa dulzura cuñado. Nuestras miradas se hacían más confiadas que nunca y las risas perdían a veces la cordura. Así llegamos a su casa entre risas .-Pasas un moment?- me preguntó -Bueno, aunque será mejor no decirles nada a nuestras parejas, ya sabes como son de celosos...- -No hay problema-Sonrió Nos acomodamos en el sofá de la salita. Pusimos la tele y casi ni adevrtimos que estaban dando la bámbola . Mientras hablabamos nos bebimos casi una botella de Martini entre los dos. Vanesa reía sin control y a veces se apoyaba en hombro para hacerlo. Aquello comenzó a dispararme el morbo. Dios santo, era mi cuñada!! Pero estaba tan buena, y olía, olía de maravilla. En una de esas risas cayó entre mis brazos. ...
«123»