1. María y Marta (Parte 1)


    Fecha: 04/09/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Sexo en Grupo Autor: Jaime M1, Fuente: CuentoRelatos

    ... puerta del portal. Yo paré de golde de follarla y enseguida María que seguía contra la pared al lado de la puerta me miró con cara de enfado con una expresión de por qué paras. Al ver su cara de enfado hizo que me enfadase y entonces me hizo decir “te vas a enterar” y acto seguido la comencé a follar aún más fuerte. Esa mirada que me soltó me dio ganas de llamarla de todo a esa zorra con cara de niña buena. Me cambió por completo la idea que tenía de ella y por supuesto deje de respetarla como mi amiga que era y la empecé a tratar como a una puta insaciable. María ya no jadeaba con cada embestida, ahora gritaba hasta quedarse sin aire. Mientras continuaba follandome duro a María volvió a sonar el timbre de la calle y María sin descolgar para preguntar abrió la puerta, los dos sabíamos que era Marta pero ninguno quería parar a decir ni una palabra. María solo quería que la follasen duro. A los pocos minutos sonó la puerta, era Marta, que venía a buscar consuelo en María. Cuando Marta salió del ascensor en el último piso ya estaba oyendo los gritos de María aun con la puerta de casa cerrada, por lo que no se sorprendería cuando María le abriese la puerta. Sin apenas moverse el sitio y sin dejar que yo sacase mi polla de ella María se estiró para abrir la puerta. Tras la puerta apareció la ...
    ... morena de Marta. Tenía cara de excitación a la vez que de tristeza, necesitaba el consuelo que había venido a buscar en María. Marta no se sorprendió al ver a María desnuda conmigo detrás follándola, yo al ver a Marta no paré de follar duro a María, sabía que María quería que Marta la viese cómo alguien se la estaba follando por detrás bien duro. Marta me miró, yo la miraba mientras me follaba a María, nadie decía nada, la puta de María quería que Marta la viese ser follada. Marta estuvo un par de minutos en la entrada del ático con la puerta abierta, los gritos de María siendo follada se oían en toda la escalera. De pronto, tras unos minutos en esa situación, María se giró, me miró y yo paré de follarla, dejando mi polla aun dentro de su coño. María besó a Marta en la boca, y sin decir palabra cogió la mano de Marta y se la puso en su coño que tenía dentro mi polla. Quería que Marta viese lo mojada que estaba María y lo dura y gorda que me había puesto la polla de dejar que la follase. Marta miró a María con cara de sorprendida por lo mojada que estaba con la expresión “que has hecho para estar tan empapada?”. Después de notar lo dura que estaba mi polla Marta me miró a mí con cara de excitación y me dijo a pesar de la poca confianza que teníamos Marta y yo: “te importaría consolarme tú también?” 
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