1. “Lo que pasó un fin de semana…”


    Fecha: 05/09/2018, Categorías: Gays Autor: HornyBoy95, Fuente: SexoSinTabues

    Al principio pensaba negarme e inventar alguna excusa para zafarme de aquel compromiso...pero al final acepté. Lo que relataré a continuación sucedió hace muy poco tiempo, para ser exacto, sucedió hace una semana. Mis tíos iban a salir de viaje, a la boda de unos amigos, así que me dijeron que si les podía hacer el favor de quedarme con su hijo todo el fin de semana. Al principio pensaba negarme e inventar alguna excusa para zafarme de aquel compromiso, porque cuidar a un chico adolescente no es nada fácil, pero después de razonarlo y pensar en todas las veces en que mis tíos me han ayudado, acepte. Mi tía me explico que no haría yo demasiado dentro la casa, solamente me encargaría de vigilar a mi primo, Emmanuel, no querían que saliera porque estaba castigado, solo tenía permiso para ir a su torneo de fútbol en su colegio. VIERNES Después de salir de la universidad, me regresé lo más pronto que pude a mi departamento para ir a casa de mis tíos y no llegar de noche. Cuando mi compañero de cuarto llegó le dije que pasaría el fin de semana en casa de mis tíos. Tomé mi mochila en la que llevaba un poco de ropa, algunos libros y mi laptop. Me subí a mi auto y partí, por suerte no había tráfico por le pude llegar mucho antes de que ellos salieran. — ¡Hola, Ernesto!— dijo mi tía desde la puerta de su casa y salió a encontrarme y me abrazó. Sonreí devolví el abrazo a mi tía. Entramos juntos a su casa, dentro estaba mi tío que daba unas indicaciones a la señora que se encargaba del ...
    ... aseo de la casa. — Ernesto, ¡que gusto verte!— estrechó mi mano—. ¿Cómo has estado? — Muy bien, gracias. — ¿Ya tu tía te explicó lo que harás, verdad? — Por supuesto, ¿Dónde está Emmanuel? — No se encuentra ahora— respondió mi tío, Roberto—. Está en casa de un amigo, supongo que ya no tarda en llegar. Ya le dijimos que se quedara contigo todo el fin de semana. — Ok. Roberto subió las maletas al coche, y después se despidió de mí. — ¡Alejandra, ya es tiempo de irnos o llegaremos tarde!— dijo en voz alta ya que mi tía aún estaba dentro la casa. Cuando mi tía apareció se despidió y me dijo que por cualquier cosa no dudará en llamar y regresaría lo más pronto posible, me dijo también que dejaba una tarjeta de crédito para que ordenara comida y por si se presentaba alguna emergencia. Yo simplemente le dije que no se preocupara, que todo estaría bien. Eran las cuatro de la tarde cuando se fueron. Entré a la casa y a los pocos minutos la señora del aseo se fue. Me senté en el sofá y encendí el televisor con la esperanza de encontrar algo interesante para ver, de pronto oí que alguien abría la puerta principal, era Emmanuel. La última vez que lo vi tenía doce años, ahora tiene catorce, ha crecido mucho, ya es todo un adolescente. Su estatura ha aumentado (casi medimos lo mismo) y su voz se ha vuelto más grave. Siempre ha sido delgado y así continua. Sus facciones ya son tan infantiles, comienzan a ser un poco más varoniles, aunque aún sigue siendo de piel muy blanca y suave al tacto; ...
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