1. Mi prima Tere


    Fecha: 06/09/2018, Categorías: Incesto Autor: elreyescorpion, Fuente: RelatosEróticos

    Me presento, soy el rey escorpión, y este, es mi primer relato. Espero les guste. Todo comenzó una tarde, en que mi madre se tuvo que ausentar de casa para cuidar a mi abuela que se encontraba con problemas de salud. Yo no quise acompañarla por lo que me dejo al cuidado de mi prima Tere (hija de la hermana mayor de mi madre) que en ese tiempo, tendría unos 18 años. Tere, con barios años mayor que yo, era una muchacha de 1,65 de altura, trigueña, de facciones bonitas, ojos almendrados de color café, unas tetas medianas de pezones pequeñitos, un culo redondito y unas piernas gorditas de muslos apetecibles. Ese día llevaba una polerita holgada de tirantes, faldita a media pierna y unas chalitas con correas. La verdad, por mi corta edad, jamás me había fijado en mi prima como mujer, ni tampoco en mi mente había pensamientos obscenos hacia ella. Una vez que se fue mi madre de casa, mi prima me preguntó qué haría de mi tarde. Lo que yo respondí que me iría a ver la tv un rato. Me dijo que era buena idea, y sin preguntar me tomo la mano y me llevo a mi pieza para que la viéramos juntos. Nos sentamos en mi cama mientras daban el programa que yo quería ver, cuando luego de un rato miro a mi prima que estaba recostada de espaldas con ambos pies sobre el colchón. Por la posición, su faldita se había encogido hacia su cintura, lo que dejaba al descubierto la totalidad de sus muslitos hasta casi asomarse su calzón por debajo. Al parecer ella se había dormido. La visión, me dejó ...
    ... hipnotizado, no sé cuánto tiempo me quedé viéndola, solo reaccione cuando escuche su voz preguntándome pícaramente si me gustaba lo que estaba viendo. Me puse rojo de la vergüenza, y lo único que atiné fue a volver mi vista a la tv. Cuando ya estaba más tranquilo, ella me pregunta que es lo que le estaba mirando hace un rato, pero que le conteste con la verdad o si no, me acusaría con mi madre. No sabía que responder, y me decidí por decirle que sus piernas. Me preguntó si me gustaban y le dije que sí. Me pregunta si he tocado alguna vez a una mujer, y le dije que no. Me dice si se las quiero tocar, que ella me dejaba. Como niño, me picaba la curiosidad, pero tenía miedo que alguien nos descubriera. Ella, al ver que yo no reaccionaba al ofrecimiento que mas sonaba a una orden, tomo mi mano y la puso en su rodilla. Con una sonrisa maliciosa Me dijo, toca todo lo que quieras, yo no me voy a enojar, pero no tienes que contarle a nadie. Ya más decidido, por la confianza que me dio, Empecé a acariciar sus piernas, se sentían suavecitas y poco a poquito comencé a subir. Su cara, cambió. Los ojos le brillaban de una forma que en ese momento no entendía, ni tampoco había visto jamás. Yo, empecé a sentir algo raro, mi pene se empezó a endurecer, las manos, me comenzaron a sudar, y al parecer, entre más me acercaba a la entrepierna de mi prima, mi pene mas se paraba, y yo más sudaba!. Ya no quedaba nada para llegar a su conchita, sentía que mi corazón se salía por la boca y entonces ella me ...
«123»