1. Lo dulce de un castigo.


    Fecha: 06/09/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Un joven que tuvo la suerte de encontrar una dulce fantasía más allá de lo conocido; y todo por un castigo, un dulce castigo. Lo dulce de un castigo (cuento real) La hermana mayor lo había castigado, por el hecho innegable de encontrarlo masturbándose a horas del mediodía, y justo a la mitad de la cocina. Quedó boquiabierta cuando le miró recostado sobre la mesa, alzadas las piernas, mismas que vestían medías de encaje, y mientras jadeaba de loco placer una vez que se penetraba con los dedos de su mano izquierda y se tocaba su pene con la otra. Le pareció cosa de locura verle ahí practicando dicha perversión, más aún, cuando notó que calzaba sus zapatillas de tacón alto. __ ¿Qué haces degenerado? – Dijo la hermana llevándose las manos a la boca. Pero el hermano, casi a punto de explotar, no permitió que el clímax por venir se estropeara, y continuó con su salvaje deseo. La hermana lo abofeteo, pero ya entonces aquel había expulsado la carga seminal. Bajó la mirada avergonzado, y la hermana, sin deseos de gritarle más, le envió a su cuarto. Ella estaba a cargo de la casa, por lo tanto ordenaba y podría castigarle, lo cual hizo. __ ¡No saldrás de la casa en un mes, ni verás televisión; de la escuela a casa y nada más! El hermano de dieciséis años obedeció y se lamentó por no haber tomado precauciones al respecto, pero creyó justo su castigo de encierro. La hermana por su lado, se encontraba atónita y dudaba de la sexualidad de su hermano. Por eso, y notando algo de rareza en ...
    ... ella, su amiga llamada julia, preguntó la causa de su rostro serio. Sentadas ambas en una mesa de una fuente de sodas, la hermana contó lo sucedido con su hermano, exceptuando la vestimenta femenina, pues no se atrevió a referirle aquello por vergüenza. __ No te preocupes Luisa, muchos adolescentes se masturban todo el tiempo, no tienes de que preocuparte. Luisa sorbió de su soda, mientras Julia notaba que aún había algo más, y dado que deseaba saber más, para así poder ayudarla, tomó de nuevo la palabra. __ Por tu cara, veo que algo más te ha sorprendido, puedes contarme, mira que tengo experiencia al respecto. Luisa la miró a los ojos, y puesto que tenía una gran confianza en ella, le relató al punto lo que vio de su hermano. __ Si tu preocupación es que Andrés se vuelva gay, creo difícil que eso sea una realidad, a menos que le veas de acomedido con otros chavos igual a él. __ Es lo que me preocupa, aunque Andrés no tiene casi amigos, no dudo que ahora comience a procurar a algunos. Las amigas cambiaron de tema, dejando aquella situación embarazosa, para después. Así, por espacio de varios días, Andrés procuró mantenerse alejado de la tentación, y se encerraba en su cuarto. Un buen día, a eso de la diez de la mañana de un sábado, llegaron ambas amigas a la casa de Luisa. Aún castigado, Andrés fregaba los platos, además de que debía limpiar su cuarto y hacer otras tareas. Sentadas ambas amigas en la sala, platicaban como siempre lo hacían, hasta que les interrumpió el sonar ...
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