1. Fútbol para nenas


    Fecha: 08/09/2018, Categorías: Lesbianas Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos

    Entré como arquera en el equipo de primera del fútbol femenino en Nogoyá cuando tenía 18, y hace dos años que defiendo mi puesto. A veces con altibajos, pero siempre poniendo todo en la cancha. Antes teníamos un DT que me ponía de titular pero, no confiaba firmemente en mis condiciones. Con la llegada de Gabriela todo cambió. Ella supo cómo dirigir el grupo y acomodarnos en el vestuario y en el campo de juego. Tenía 34 años, un carácter fuerte, voz de trueno, ojos de guerrera, muy poca paciencia y unas rastas admirables. Desde que dijo que nadie tenía asegurada la titularidad en el equipo, todas las chicas se comportaban como hembras en celo buscando la consideración de nuestra DT tan extraña como exitosa, sgún lo que leímos de ella en su curriculum. Aunque tenía métodos polémicos. Siempre, antes de entrenarnos nos hacía sentar en ronda en el piso del vestuario, nos olía el pelo, las manos, nos palpaba las lolas, a veces se atrevía a meter alguna mano bajo nuestros joggings, y nos miraba como para comernos la boca, una a una. Se ofuscaba cuando descubría que alguna caía con la bombacha húmeda, pero en su mirada había un deseo apretado en lo más ínfimo de sus ganas. De igual manera nosotras confiábamos en sus pergaminos y su idea de juego, siempre ambiciosa, buscando el arco rival. La vez que perdimos 5 a 1 con un equipo de Paraná la vimos enojada como nunca. Nos dio el día siguiente libre a todas, pero al otro día nos hizo percha en el entrenamiento. Aunque lo más lindo ...
    ... fue en el vestuario cuando nos cambiábamos para ir a la pequeña cancha detrás del gimnasio del club. Nos decía cosas como: ¡acá venimos a trabajar pendejitas!, nada de mirarle el culo a las otras perras! Somos las mejores, y no hay tiempo para caritas, tocaditas o miradas! La única que las puede manosear soy yo putitas asquerosas! Se entendió?! Y luego hubo un silencio como de velorio. Primero llamó a Vanina, que es una morochita petiza que marca la punta derecha. Le arrancó el top, le desató el pelo y le rezongó al oído: ¡tenés mucho olor a perfume bebé!, te parece que transpirás bien la camiseta?!, y le re manoseó las tetas con una mano, mientras que con la otra le rozaba la entrepierna. La mandó a bañarse y llamó a Maca, nuestra 9 implacable. La arrinconó contra la pared, le dio unas nalgadas, le hizo unos masajes en sus hombros bronceados, le olió las axilas y le comió la boca. Después le dijo medio exhaltada: ¡sabés cómo nos culearon esas putas el domingo no, y no fuiste capaz de meterla!, o te calentaba la arquerita bolivianita esa! Y la mandó a la ducha. Después se la agarró con la Nati, que siempre juega de 10. Le sacó las sandalias, la dejó en tetas y la hizo gatear por todo el salón persiguiéndola con los labios apretados de tanto mirarle la cola, y pronto, la puso de pie al lado mío. Le dio un chupón en cada lola, le abrió las piernas recriminándole porque tenía un jean, y se agachó para acariciarle los pies con la lengua mientras susurraba: ¡vos sabés lo que valen ...
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