1. SIGUE COGIENDO EL PLOMERO ANA CECILIA 2


    Fecha: 07/10/2017, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... llamé a mi hombre para que se sentara a comer... Comió completamente desnudo, me encantaba ver su verga flácida colgando, porque me sentí orgullosa de haber ordeñado esa hermosura con mi boca y mi culito, es una sensación de orgullo muy excitante saber que al los hombres se les ponga dura la verga, es muy gratificante que los hombres te vean con lujuria y quieran meterte la verga aún sabiendo que no eres mujer, cuando te culean tu satisfacción es doble porque te están satisfaciendo sexualmente y la satisfacción mental porque sabes que eres capaz de poner calientes a los muchos... me sentí como una auténtica mujercita dando de comer a su esposo después de una tremenda culeada. Después de comer mi macho se bañó, se vistió y se despidió prometiendo volver el sábado siguiente... Se despidió de mí con un buen beso y azotó mis nalgas desnudas fuertemente dejando la marca de su mano en mi trasero... Pensé que por fin iba a tener mi ración de verga cada sábado... Pero fue una falsa ilusión porque el pinche plomero primero vino a cogerme después casi un mes, después se ausentó casi tres meses... Esta última vez me culeó , me pidió dinero prestado... Se lo di y jamás volvió ... jamás. Yo estaba completamente perdida de calentura hice algo que jamás imaginé fui a conseguir un consolador, me costó mucho trabajo pero por fin conseguí uno, negro de látex de 30 centímetros de largo, el tipo del bazar donde lo compré me vio como bicho raro pero a mí me valió madres, ahora podría quitarme lo cachonda, casi todas las noches me masturbaba mientras me clavaba el consolador en el culo, no era igual que una verga de verdad pero de momento me servía, porque siempre andaba muy cachonda y deseosa de verga. Eran memorables mis noches de soledad... Añorando la verga perdida y destrozando mi culo furiosamente con el consolador hasta que me venía copiosamente para terminar comiendo mis propios mocos... Solo as podía dormir tranquila.
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