1. Una escritora y su relato


    Fecha: 10/09/2018, Categorías: Confesiones Fantasías Eróticas Autor: Iría Ferrari, Fuente: CuentoRelatos

    ... clítoris, lo toque lenta e intensamente. Mi respiración se convirtió en entrecortada. Ya no tenía la imagen de mi libro en la cabeza, ahora era yo y mi placer. Con la mano derecha me froté todo mi sexo, de arriba a abajo, y con la otra mano comencé a acariciar mis pechos. Al principio los apretaba rudamente, intentando buscar un placer más salvaje, pero pronto preferí encontrar el placer más sutil, y más gozoso. Me frotaba los pezones delicadamente, y cada roce, sentía su dureza crecer. La humedad de mi coño se me extendió por toda la palma de la mano. Me había pringado de mi misma. Me penetré con dos dedos e intenté llegar a lo más hondo. Me froté la parte interior de mi sexo intensamente, lo que me hizo gozar más de aquella masturbación. Ahora evitaba tocarme el clítoris, pues mi excitación hacía que pronto llegara al orgasmo. Momento que intentaba evitar y que buscaba intensa y sensualmente. Empezaba a notar como mis jugos resbalaban de mi coño cuando supe que era el momento de llegar al orgasmo. Pero deseaba que fuera algo más de lo que era normalmente. Así que comencé a leer en un punto aleatorio de mi libro. ('Bibianne estaba a cuatro patas sobre el suelo de uno de las habitaciones del apartamento alquilado, mientras limpiaba aquella mugrienta alfombra. Cuando entró el dueño de la finca y admiró su trasero en pompa, ofreciendo su perfil dulce y meloso, de movimiento excitante y deseando ser follado lenta y armoniosamente. El pobre hombre no pudo más que excitarse tras ...
    ... aquel pensamiento, y su enorme polla se abultó bajo pantalón de pinzas. Se acercó por detrás de Bibianne y le posó una mano en su duro y escultural trasero. Esta, al principio se asustó, pero al ver que era aquel hombre que la espiaba por la ventana contigua a diario mientras ella hacía sus quehaceres, con su enorme polla tiesa, supo que terminarían por follar, y así saldar de algún modo su deuda pendiente del alquiler con aquel hombre maduro de buen ver. Se tumbó en el suelo y abrió las piernas. Jorge que así se llamaba el dueño del edificio se puso de rodillas y, una a una, fue levantando las prendas que llevaba puestas para limpiar cómodamente. Hasta que por fin, encontró su dulce y cálido coñito escondido, pero que ya conocía de observarlo a escondidas mientras ella se duchaba o se vestía en su apartamento. Aquella visión hizo que su polla resistiera una presión indescriptible. Por lo que Jorge la liberó de su prisión. Pero, todavía no deseaba degustar aquel pedazo de cielo, aquel coño angelical, sino que, prefería que su polla fuese chupada. Por lo que se puso de rodillas sobre ella, de forma que pudiera lamer a gusto. Bibianne no le hizo ascos a tan dulce manjar, y sin mencionarlo siquiera, se introdujo el enorme miembro enterito en la boca con el que estaba dotado Jorge. Tardó un poco en acomodar tan honorable regalo en su boca, pero cuando lo hubo conseguido, la mamada tornó carices de soberbia. Jorge estaba en éxtasis. La chupada que le estaba aplicando de forma tan ...