1. 2003 AVentura sonidera


    Fecha: 16/09/2018, Categorías: Anal Primera Vez Sexo Duro Autor: sonidero, Fuente: xHamster

    ... verlo, aumenté la velocidad con la que mi dedo se estaba follando su coño, lo que provocó que Merceditas se estremeciera bajo la ducha y tuviese que agarrarse para no resbalar.-La putita de mi vecina está cachonda- le solté más seguro de mí mismo al ver que incluso los pezones la traicionaban.- La culpa es tuya, ¡cabrón! – respondió mientras presionaba mi cabeza contra su entrepierna: – ¿Por qué no me lo comes ya?Torturándola, no le hice caso y le metí un segundo dedo en su interior. Aunque mi mente me pedía saborear ese coño y oír a su dueña gemir de placer, decidí prolongar los preparativos. Lo que no había previsto era que esa puta pegara su sexo a mi cara mientras movía rítmicamente sus caderas. No me quejé cuando Merceditas me restregó su sexo por la cara. Al contrario, sacando la lengua le pegué un segundo lametazo.-¿Ves cómo tú también lo estas deseando?-De acuerdo, zorra. ¡Te lo comeré si me dejas después follarte!Como respuesta separó sus rodillas, dándome entender que primero quería que le hiciera una buena comida. Su nueva posición permitió que mi lengua recorriera sus pliegues mientras mi vecina no dejaba de gemir y jugueteando con la punta su clítoris, di un buen repaso a ese coño antes de concentrarme en el piercing. Al recogerlo entre mis dientes mientras mordisqueaba el botón del placer de mi vecina, esta pegó un aullido y cerrando sus puños, me rogó que continuara.Aprovechando su entrega volví a meter mi dedo en su interior sin dejar de chupar el bulto que ...
    ... ya estaba totalmente erecto entre sus labios. Merceditas al sentir esa doble estimulación, movió brutalmente sus caderas y dejándose llevar por el placer, chilló:-¡Cabrón! ¡Me estás volviendo loca!- y sin importarle lo que pensara, me pidió que le metiera el segundo.Siguiendo al pie de la letra sus instrucciones, le incrusté otro dedo y moviéndolos rápido en su interior, me la quedé mirando mientras la rubia sacudía las caderas restregando su sexo contra mi boca. No tarde en observar como su coño se contraía de placer y aprovechando que Merceditas estaba totalmente entregada, me decidí a meter el tercero.-¡Me gusta!- berreó la mujer al notar que forzaba su entrada.Intentando relajarla mordisqueé su clítoris con tanta fuerza que dando un grito alucinante, tuvo que apoyarse contra los azulejos al sentir que perdía fuerza en sus piernas.-¡Sí! – jadeó moviendo más las caderas y presionando con sus manos mi cabeza: -¡Sígueme chupando!Saboreando cada lamida, seguí follando con mis dedos el coño de la rubia mientras ella no paraba de gemir descompuesta por el placer. Sabiendo que estaba a punto de correrse, le seguí sacando y metiendo mis tres falanges cada vez más rápido. Merceditas tiritando de placer en la ducha, no paraba de gemir en voz alta.-¡Dios! ¡Me corro!– aulló mientras movía sus caderas de forma brutal – ¡Comete a esta puta!– gimoteó mientras la seguía masturbando. Al sentir que su cuerpo se crispaba, me agarro la cabeza y la presionó contra su sexo mientras me imploraba ...
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