1. Iván, mi alumno de preparatoria


    Fecha: 08/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... Bueno Iván, ya mañana es tu cumpleaños, ¿contento por cumplir 16? -- Bastante, ¿vas a llegar? -- Espero que sí, tengo unas cosas que hacer, pero creo poder llegar aunque sea a comer un pedacito de pastel. ¿Te parece? -- ¡Genial!, espero mi regalo. -- Chistoso, mucho haré con llegar. Pero veré que te llevo de regalo, será algo sencillo pero con cariño. Pero a Iván lo seguía viendo nervioso, y yo quería que se fuera pronto, tenía cosas pendientes que entregar en dirección. Acercó el escritorio a mi cátedra y me preguntó: -- Nacho, ¿alguna vez te has enamorado? -- Estoy enamorado. Pronto me casaré con mi novia, ya tengo cuatro años con ella. En noviembre tenemos planeada la boda. -- No voy a esperar tanto tiempo Dijo eso último y colocó una notita en mi cátedra, se acercó a mí y bruscamente me dio un beso en los labios y yo lo correspondí. Sus labios húmedos abrieron paso a mi lengua, él torpemente me mordió el labio, lo separé con atónito. Tomó rápido su mochila y salió corriendo. No dije nada, me tomé la cara con las dos manos, vi el papelito doblado en la cátedra, lo abrí y decía: “Te quiero Nacho”, con dos corazoncitos rojos. Estaba preocupado y asustado, pero me decidí ir al siguiente día a la fiesta de su cumpleaños. Pensaba en lo que había sucedido en el salón, pero me armé de valor y me presenté en su casa, llevaba de regalo una loción algo barata, pero de aroma muy rico, como cítrico. Cuando lo vi le di la mano para felicitarlo pero él me abrazó, me dijo al oído ...
    ... --“gracias, que bueno que viniste”. -- Por nada, gracias por la invitación, te traigo un sencillo regalo. -- Gracias – abrió mi presente y vio que era una loción, la destapó y oliéndola continuó: que rico huele. Acompáñame a guardarla en mi clóset. Entendí su trama y fui atrás de él. Cuando entramos a su habitación, cerró con cuidado la puerta y le colocó el seguro, me abrazó y cerró los ojos, me dio un beso tan cálido, tan apasionado que yo empecé a besarlo, lo acerqué a mi cintura y mordía mis labios, su respiración era agitada. Lo pegué a la pared, le levantaba una pierna y con el dedo medio tocaba su colita sobre su jean, Iván tragaba saliva y acarició mi verga, lo hacía con delicadeza y se puso de rodillas, allí me desabrochó el cinturón y el botón del pantalón, bajó el cierre y su mano estaba fría y temblaba por el nerviosismo de experimentar su primera vez y que mejor que con su maestro de historia. Introdujo mi verga morena y venuda en su boca, no le importa lamer los vellos de mis bolas, empezó a dar arcadas por introducírsela toda, no repliqué nada, le dejaba chuparme la pija, aunque torpemente me lastimaba con los dientes, le daba besos a mi glande, lo escupía y se tragaba la saliva. Sus manos comenzaron a tomar calor y le veía su rostro sonrojado. Fueron unos siete minutos en la que me daba una deliciosa mamada, me miraba a los ojos como niño castigado y no aguanté más, le eché varios chorros de leche tibia en su boca; creo que se arrepintió de tragarse el semen ...