1. Fornico por segunda vez a una puta, que no me cobr


    Fecha: 19/09/2018, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Autor: zorro_en_celo, Fuente: xHamster

    El apartamento donde acudí a joder, no estaba lejos del apartamento donde residía esos días, pero si estaba lo suficientemente lejos como para llegar empapado a casa y arruinar mis vacaciones. Entonces, pensé que lo mejor era volver y llamar.—Hola Mónica, soy Matt —anuncié yo— ¿puedes abrirme para que no me moje? —añadí.—Sube. Sube y hablamos —manifestó Mónica.Llamé al ascensor y me introduje en él. Pensaba estar 20 minutos y esperar charlando con esta golfa madura que me dio morbo y era una zorra viciosa de cojones.—Adelante, adelante… —enunció Mónica.—¿tienes algo que hacer?, te lo digo por… —inquirió Monica.—No. ¿porqué? —examiné.—El tanga ese que llevas me ha dado mucho morbo y cuando te lo he visto ha aumentado mi cachondez y lujuria —expuso Mónica.Mónica vestía provocativamente, un mini vestido de tirantes rojo que le llegaba hasta el comienzo de las piernas y que le marcaba su voluptuoso y prominente pandero, así como unas sandalias de tacón de aguja color champán, que le daba un aire de putona lasciva y provocadora.Según entro, la golfa de Mónica me llevó otra vez a su habitación, me empujó sobre su cama y empezamos a comernos a besos con lujuria y depravación, mientras yo le acariciaba su lascivo pandero y ella buscaba con ahínco lujurioso mi verga de macho.—¡qué bueno estás cabrón!, ¡ese tanga que llevas me ha vuelto loca, hijo puta! —gemía Mónica libidinosamente.—¡me encantan tus tetas, Mónica!, ¡estás muy rica, zorra! —bramaba yo lujurioso.—¡déjame lamerte!, ¡ese ...
    ... perfume que gastas me ha puesto el chocho loco! —berreaba Monica con lascivia.—¡voy a comerte y chuparte hasta que grites de placer, guarra! —gruñía yo todo salidorro.Mientras esta puta procaz de Mónica estaba encima de mí, se me empezó a poner duro el rabo y mientras ella se movía agitadamente, yo magreaba su pandero que me ponía cachondo.Le subí el provocador vestido hasta la cintura para magrear ese pandero que me ponía cachondo y mientras la muy guarra gemía y jadeaba y soltaba palabras soeces, yo proseguía chupando sus tetas que me volvían loco.—¡ricas tetas tienes, zorra!, ¡qué buena estás, puta! —jadeaba yo cual semental en celo.La puta golfa Mónica se movía lenta y muy libidinosamente encima de mí, al tiempo que yo lamía sus tetazas y magreaba su culazo y ella también lo tocaba de la lujuria que tenía.—¡que culito tienes, me gustaría follarlo, zorra! —graznaba yo todo salidorro.Proseguíamos comiéndonos a besos hasta que la depravada fulana Mónica se levantó porque se percató que tenía una erección prominente.—¿qué es lo que tenemos aquí?, ¡que bulto tan gordo tienes, cariño! —bramaba Mónica toda cachondona— ¡Dios mio, que duro lo tienes! —añadió Mónica toda viciosa.La guarrona viciosa y depravada Mónica agarró como loca mi rabo y se lo metió en su golosa bocaza de fulana provocadora y gozaba con cada milímetro de mi rabo de macho, al lamerlo lenta y lujuriosamente para que yo gimiera como un cabrón depravado. La muy zorra alojó mi pollón hasta la base en su bocaza y ...
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