1. UN ENCUENTRO CON LA CASUALIDAD


    Fecha: 20/09/2018, Categorías: Sexo en Grupo Sexo con Maduras Autor: alexa72, Fuente: xHamster

    Un Viernes por la tarde como cualquier otro, decidí llamar a Alexandra desde la oficina para comentarle que tenía una sorpresa para ella, que preparara una pequeña maleta, que hiciera lo mismo para mí, y que estuviera lista ya que estaría en casa en menos de una hora. Sonó un poco intrigada en el teléfono, sin embargo me respondió que estaba bien que haría lo que le había pedido, y que estaría lista para cuando yo llegara a casa. Al llegar rápidamente coloque las maletas en el auto y sin decir nada, partimos de inmediato.En el camino le hice saber que había decidido que pasáramos el fin de semana en una ciudad-balneario cercana a casa, digamos, como si fuera una atrevida escapada de fin de semana como hacia mucho no teníamos una. Tras un par de horas de viaje, llegamos a nuestro destino. Me dirigí de inmediato a un hotel, al que previamente había llamado para reservar una habitación y decidimos, contra mis mejores deseos, descansar esa noche ya que había programado una serie de actividades para el día siguiente.Dentro de esos planes, sin ella saberlo, estaba un encuentro “casual” la siguiente noche con un viejo compañero de trabajo, al cual no veía desde hacia un par de años y del cual me enteré días antes que residía en dicha ciudad. De alguna manera obtuve su numero telefónico, le llame durante la semana y le comenté acerca de la posibilidad de encontrarnos en su nuevo lugar de residencia. Aceptó gustoso mi invitación a tomar unas copas en un lugar que me sugirió, ...
    ... preguntándome por supuesto, si mi esposa me acompañaría en ese viaje. Le respondí de manera afirmativa. Desde la época en que coincidimos como compañeros de trabajo era evidente la enorme atracción que Jorge sentía hacia mi esposa, ya que cada vez que ella me visitaba en la oficina, él no perdía ocasión alguna para tratar de entablar conversaciones “demasiado amistosas” con ella, aprovechando además cada oportunidad para prácticamente devorar su trasero con los ojos. Yo noté de inmediato esto, aunque fingía no hacerlo, y creo que Alexandra hacia lo mismo. Me hervía la sangre solo de recordar mas tarde, en casa y en la cama, la manera en que Jorge acariciaba con su lasciva mirada el rico trasero de mi esposa, e imaginando los pensamientos lujuriosos que habrían venido a su mente deseando acariciarlo y poseerlo.Recuerdo cierta ocasión que Alexandra me visitó en el trabajo, lucia radiante con un ajustado vestido, sin sostén por supuesto, que delineaba perfectamente el contorno de sus aun firmes senos y sus erectos pezones. La parte baja del vestido, no era demasiado corta, pero si lo suficiente para mostrar una buena parte de su anatomía. Al sentarse en la silla frente a mi escritorio cruzó provocativamente sus piernas dejando al descubierto sus bien torneados, blancos y suaves muslos. “Casualmente” Jorge asomó a mi oficina y muy galantemente beso la mano de mi esposa, sin quitar por un momento la vista de esos deliciosos y carnosos muslos delante de él, me imagino que saboreando ...
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