1. Mí amado apolonio


    Fecha: 21/09/2018, Categorías: Infidelidad Autor: espineta, Fuente: RelatosEróticos

    MI AMADO APOLONIOAunque soy titulada universitaria, dejé de trabajar hace años y me dedico a ser ama de casa, a leer, viajar, escuchar música, baile de salón, gimnasio y siempre tengo tiempo para otras cosas…. Os contaré lo bien que me lo paso tomando el sol en mi pequeño jardín, me encanta quedarme desnuda tendida en la hamaca tomando el sol y masajeando todo mi cuerpo con leche bronceadora y lo bien que me lo pasaba cuando comenzaba a acariciar mi coño llegando al orgasmo. Me da mucho morbo.Esto no quiere decir que mi marido y yo no practiquemos sexo, al contrario, muchas veces por la noche después de cenar nos animamos y bien en el salón sobre la mullida alfombra ó en el dormitorio, hacemos apasionadamente el amor, cuando ya me he corrido dos ó tres veces y ya estoy satisfecha yo se lo recompenso haciéndole una buena mamada y el me deja la boca llena de leche calentita que me procura un buen sueño.Bueno, pues últimamente, salgo al jardín y tumbada en la hamaca comienzo a dar masajes a mi cuerpo desnudo .Pero noto que desde la casa de mis vecinos alguien me está mirando, si me están mirando a través del seto de arizónicas. Descubro a una persona joven que me saluda desde allí y yo curiosa, envuelta pudorosamente en una toalla me acerco.Me cuenta que sus sus padres se han ido dos meses a un balneario y el ha venido de vacaciones para cuidar la casa. Se llama Apolonio, tiene 30 años, está casado y vive en Sudáfrica donde tiene un negocio de importación de bebidas y ...
    ... productos españoles. Me dice que su mujer, sudafricana y mulata por supuesto, no ha querido venir porque el clima le va mal y aparte tenia que quedarse al cuidado de sus negocios.También me comenta que me ha visto tomar el sol y me pide que pase a su casa, que use su piscina y tome tranquilamente el sol allí. Yo acepto encantada.Al día siguiente, tal como habíamos quedado, cruzo el seto y paso a su parcela. Le llamo pero nadie me contesta. Como soy invitada, tomo posesión del jardín, me baño y me tumbo desnuda indolentemente en una gran hamaca. Al rato llega Apolonio, se disculpa por no estar allí ya que ha tenido que ir a solucionar una urgencia y se alegra de que yo esté ya tomando el sol.Entra a casa y al rato sale en bañador con dos cervezas fresquitas. El bañador que lleva es un minitanga blanco y se le nota perfectamente el fornido paquete cosa que me empieza a poner cachonda. Entre risa y risa y muchas miradas, nos tomamos las cervezas.Apolonio dice que le gusta verme desnuda y, dando un tiron a su ligero tanga, se queda desnudo. Ahora es cuando compruebo la hermosura de su polla y lo tiesa que la tiene. El me pide que me de la vuelta en la hamaca ya que me va a dar un masaje y yo lo hago encantadísima. Comienza poniendo sus manos en mi cuello, bajando a los hombros, sobando la espalda , los riñones, me masajea muy bien los muslos, bajando a las pantorrillas y terminando en los talones. Vuelve a subir las manos, asciende hacia mis muslos, me masajea los glúteos, me los besa ...
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