1. Albañiles en la cocina y en la cama


    Fecha: 22/09/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... suavemente mi sexo aún húmedo; seguí sintiendo espasmos un buen rato.Cerré otra vez mis ojos, totalmente relajada por mi breve sesión de sexo solitario y, con la modorra que me provocaba el calor, volví a quedarme otro rato totalmente desmayada en la cama…De pronto me desperté, sintiendo ruidos en mi panza debido al hambre.Decidí ir hasta la cocina para prepararme algo de desayuno y de paso provocar un poco a los albañiles. Quería ver la reacción de ellos cuando me vieran; seguramente se les pondría bien duro el pito a todos…Así que me puse otra vez mi tanga negra y una camiseta de algodón bastante liviana y transparente, que dejaba adivinar mis formas por debajo de la tela. Me calcé unas sandalias de taco alto para realzar mis piernas y; antes de abandonar el dormitorio, me acaricié los pezones hasta hacerlos endurecer otra vez…Me miré al espejo y decidí que bajaría así, mostrando mi culo casi desnudo bajo esa camiseta casi transparente. Los paraguayos se iban a volver locos…Bajé la escalera caminando sensualmente, arreglándome el cabello y haciendo como que creía estar sola; pero los tres hombres que encontré abajo notaron mi presencia enseguida: mis tacones hacían demasiado ruido…El que parecía ser el jefe era un hombre que pasaba de los cincuenta, vestido con una camiseta musculosa bastante mugrosa y unos jean desteñidos y también muy mugrientos. Llevaba barba de varios días y traía un cigarrillo entre sus labios. Me saludó mirándome de arriba a abajo; sentí que me ...
    ... desnudaba con la mirada. Mis pezones terminaron de endurecerse aún más y mi concha volvió a humedecerse.Los otros eran un poco más jóvenes; también vestidos con ropa de trabajo bastante sucia. También me miraron con cierta lujuria en sus ojos.Los tres habían estado concentrados en el piso, antes de mi llegada…“Buenos días”, dije sonriendo y tratando de parecer lo más natural posible.“Buenos días”, contestaron ellos al unísono sin salir de su asombro.“No quiero interrumpirlos, por favor, sigan trabajando”, les dije mientras me encaminaba meneando las caderas hacia la heladera para buscar algo de desayuno…Abrí la puerta de la misma y me aseguré de agacharme lo suficiente como para que ellos pudieran ver bien mis largas piernas y mis nalgas casi desnudas. Saqué una jarra de leche y me enderecé, Al girar pude ver que los tres hombres simulaban hacer su trabajo; pero ya no daban golpes en el piso.Caminé despacio hacia la barra de la cocina, siempre meneando mis caderas y dejé ahí la jarra de leche, mientras le guiñaba un ojo al más joven, Luego me moví hacia la alacena y me paré en puntas de pie, para intentar alcanzar un paquete de cereales en el estante más alto.Sabía que haciendo ese movimiento, los tres hombres iban a poder contemplar y deleitarse con la visión de mi firme trasero…Esta vez al girar, los tres ya me miraban con expresión de deseo y lujuria en sus caras. Caminé de nuevo hacia la barra y me serví la leche mezclada con cereal. Tomé una banana de la frutera y le dije al ...
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