1. La película


    Fecha: 09/10/2017, Categorías: Lesbianas Autor: rincondelmorbo, Fuente: CuentoRelatos

    Sonó el timbre. Miré el reloj en la pared, eran las 10:15am. “Se estaba demorando” –dije para mis adentros-, normalmente venía más temprano, tipo nueve y media de la mañana; desde esa hora había estado esperando con ansiedad su llegada; ya me tenía acostumbrada a su presencia por las mañanas; desde que estaba en vacaciones venía todos los días sin falta y me hacía la visita, ella vivía en el noveno piso, yo en el quinto; según ella, se aburría mucho en la casa y le gustaba más estar conmigo; a mí me agradaba su compañía; era bueno tener con quien conversar para variar. Curiosamente no entablé conversación con ella en el edificio, sino en el súper; se acercó y me preguntó por algo, luego me dijo que yo me le hacía familiar, que en dónde vivía y cuando le dije el nombre del edificio me dijo “¡claro!, yo vivo en el noveno. Mucho gusto, Alejandra, pero dime Aleja”. Toda la mañana me la había pasado viendo el reloj; desde que mi marido salió de la casa me empecé a sentir ansiosa; casi no había podido dormir pensando en eso; toda la noche me la pasé fantaseando con ella, me imaginaba su cuerpo desnudo, recordaba imágenes de la película que acababa de ver y las revivía pero imaginando que éramos las dos, quería hacerle todo lo que había visto. Mi esposo y yo habíamos comenzado a ver películas porno no hace mucho; esa noche el llevó un DVD de una lésbica; era la primera vez que yo iba a ver algo de ese tipo. No despegué los ojos del televisor, lo que estaba viendo cautivó por ...
    ... completo mi atención, despertó mi deseo y mi imaginación; pensé en Aleja, la idea de estar con ella así se me hizo irresistible, su imagen llegó a mi cabeza en medio de la arrechera y no tuve que hacer mucho esfuerzo para crear la fantasía de follar con ella; se volvió una obsesión; entre más veía más ganas me daban de tenerla así; me sentía ahogada por la excitación. Cuando él por fin se quedó dormido me sentí libre de dejar volar mi imaginación, de disfrutar mi fantasía con Aleja; en ese momento me dominaba la lujuria; cerraba los ojos y me visualizaba quitándole la ropa; la idea de tenerla desnuda frente a mí me aturdía, hacía que me dieran ganas de meter más profundo mis dedos, de apretar con más fuerza mis pezones; a veces no podía contener los suspiros y mi boca se abría para dejar entrar grandes bocanadas de aire, era inevitable, el poder que tenía esa idea en mi mente se hizo inmanejable; por más que me masturbaba y me venía seguía sintiendo el mismo deseo. Trataba de relajarme pero era imposible, cada vez que cerraba los ojos me acordaba de fragmentos de la película y volvía a pensar en Aleja, y me volvía a poner arrecha. Lo que había empezado como una fantasía se había convertido en una afirmación, estaba segura de querer estar con ella; pensaba en el día siguiente; en el momento en que la viera entrar por la puerta, ¿qué iba a hacer?, y con esa pregunta la afirmación pasó a convertirse en un plan para poder follarla a como diera lugar. En esas estuve toda la noche, ...
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