1. Vacaciones sin mi marido� pero con mi hijo


    Fecha: 26/09/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    VACACIONES SIN MI MARIDO…PERO CON MI HIJO Hola a todos, lectores de relatos de incesto. Me llamo Cristina y les voy a contar como me inicié en el mundo de las relaciones entre familiares, en mi caso con mi hijo. Empezaré describiendo a mi familia y a mi misma. Me casé muy joven, con 18 años, con un hombre del que estaba perdidamente enamorada, pero que es 12 años mayor que yo, es decir que cuando nos casamos él tenía 30. Justo al año tuvimos a nuestro único hijo, José. Tiene ahora 19 años, pero cuando sucedió esto tenía 18. Es un chico estupendo, cariñoso, buen estudiante, si bien he de decir que es un poco tímido con las chicas, y sin ser un chico modelo de belleza, no es para nada feo. Es un poco más alto que yo, apenas 2 cm., y yo soy una mujer alta para mi generación, pues mido 1,78. Es moreno, como yo. Por mi parte yo soy morena y a base de un poco de dieta y ejercicio regular conservo una línea bastante aceptable. Tengo un 95 de talla de sujetador, con unas areolas medianas, oscuras y unos pezones igualmente oscuros y de un tamaño bastante grande, que cuando se ponía erectos se notaban incluso a través de la blusa y el sujetador. Y un culo firme. No creo ser una belleza de quitar el hipo pero si resultona, y más de un hombre se gira cuando paso por la calle. Cuando sucedió todo lo que les voy a narrar tenía 35 años y como he dicho mi hijo 19. Mi marido por ese entonces ya andaba por los 47, y desde hacía algún tiempo parece que había perdido algo de interés por mí, ya ...
    ... que solo echábamos el polvo del sábado por la noche y el resto de la semana, nada. A pesar de todo era y es muy cariñoso y un buen padre. Al principio incluso pensé que podría tener una amante, pero luego me convencí que no. Tanto mi marido como yo trabajamos, por lo que podemos vivir con desahogo, incluso nos podemos permitir ciertos lujos, como una buena casa y dos coches de segmento medio-alto. Ese año por las vacaciones nos íbamos a ir mi marido y yo solos, ya que necesitamos descansar. Por su parte mi hijo iría con mis padres que viven en Cádiz, y así podría estar con sus primos, y claro con sus abuelos. Como la idea era desconectar de todo, decidimos ir a una de las islas griegas, un tanto exclusiva, pero ideal para no tener contacto con el mundo. A falta de una semana para la partida resultó que a mi marido le surgió un grave problema en su trabajo, por lo que tendría que posponer sus vacaciones. Por el contrario, yo ya no podía cambiar las mías, así que me vi con un viaje al que no podría ir, pero entonces mi marido dijo que me llevara a José a la isla. Al principio estaba un poco decepcionada, pero realmente necesitaba unas vacaciones, así que acepté. Hicimos los cambios en la agencia de viajes y lo preparamos todo para la salida. Llegamos a Grecia y tuvimos que coger un barco para ir a la pequeña isla que sería nuestro lugar de descanso. Al principio noté que mi hijo estaba un poco triste por no poder ir con sus primos, con los que se lleva realmente bien, pero creo ...
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