1. Anita prefiere una verga negra


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... desgarrar…James me miró sonriendo: “I’m gonna fuck your slutty wife’s asshole”. Le contesté que ya lo había notado y le pedí que lo hiciera con suavidad y delicadeza.Ana se aferró a las sábanas al notar que el negro se impulsaba hacia adelante. Sin dejar de mirarme a los ojos abrió la boca, pero no pudo exhalar ni un suspiro. Ahora casi la mitad de esa dura y rígida pija negra estaba enterrada en su culo.James permaneció unos instantes quieto, sintiendo seguramente que la cola de mi esposa se amoldaba a su herramienta y después comenzó a bombear con mucha suavidad. Ella mantenía su mirada en la mía, como pidiéndome perdón.El gigantesco negro se dedicó a su propio placer, entrando y saliendo del cuerpo de Ana. Parecía no escuchar los suspiros de ella ni los pedidos para que la cogiera más despacio. Simplemente la bombeaba a fondo, su dura pija negra entraba cada vez más profundo en el ano de mi mujercita. Así estuvo un buen rato; al final Anita ya no se quejaba de dolor, pero tampoco parecía sentir placer. Todo el tiempo mantuvo su mirada sobre mis ojos.En un momento James la tomó por los cabellos, obligándola a arquear la cintura y comenzó a embestirla salvajemente. Ella gritó entonces como poseída, hasta sentir que la leche de esa verga ...
    ... enorme la inundaba por completo. El negro por fin aulló de placer y repentinamente se despegó del cuerpo de Ana, luego de vaciarse dentro de su castigado ano.Al bajarse de la cama pude apreciar el increíble tamaño de su verga todavía dura. Me parecía increíble que mi dulce esposa se hubiera aguantado tan bien todo ese aparato dentro de su delicado culo.El negro fue a vestirse al baño, dejando a mi esposa abatida sobre nuestra cama, las piernas abiertas, el ano muy dilatado, dejando escapar borbotones de semen. Me besó y volvió a pedirme perdón: “Ahora quiero que se vayan, por favor”. Me suplicó.Bajé a ver a Ricardo, que seguía sorbiendo su whisky con expresión de amargura.Aproveché para burlarme de su situación: “Qué parte no pude entender hoy, pedazo de puto, este negro resultó más dominante que vos todavía… también te rompe el culo a vos cuando se le antoja? Ja ja ja”.Ni siquiera me contestó. Se levantó del sillón cuando reapareció el negro y ambos se dirigieron a la puerta, desapareciendo de mi vista sin siquiera despedirse.Regresé junto a Anita, que había quedado desmayada, completamente rendida.Acaricié su espalda, pensando que este negro enorme parecía estar abriendo un nuevo capítulo en nuestra casi eterna y desastrosa pesadilla sexual… 
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