1. Una estadía en Mallorca, el primer d&iacute


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Sexo Duro Sexo Interracial Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Una estadía en Mallorca, el primer díaEse verano habíamos conseguido ahorrar bastante dinero durante el año y por eso le propuse a Helena si quería compartir un viaje de vacaciones a las Islas Baleares.Mi amiga aceptó encantada, diciendo que su esposo Jorge no tendría problema.El primer día, después de alojarnos en el hotel, salimos los cuatro a disfrutar de la playa. Nos tumbamos en toallas sobre la arena y un rato después Helena arrastró a Jorge al mar, diciendo que tenía mucho calor y necesitaba quitarse esa “calentura”.Víctor estaba tirado boca abajo, disfrutando del sol en su espalda, pero yo me entretuve mirando a mis amigos en el agua. Helena estaba pegada al cuerpo de Jorge y lo besaba; pronto me di cuenta de que las interminables piernas de mi amiga rodeaban la cintura de su marido y me imaginé que estaban cogiendo allí metidos en el agua, en medio de las olas…La escena me calentó un poco y sentí que se me humedecía la concha. Le dije a Víctor que tenía calor, pero él rechazó mis ganas de meternos en el mar.Me quedé sentada junto a mi adorado esposo, cuando pude apreciar que un hombre me observaba. Era negro, muy alto y con unas espaldas muy anchas. Me sostuvo la mirada durante varios segundos y luego volteó para regresar al agua.Ahora era yo quien lo observaba. El efecto del agua bajando por la piel negra hizo que, sin quererlo, me excitase. Llevaba varios días sin coger con Víctor y mi concha reaccionó por sí misma, volviendo a sentir otra oleada de ...
    ... humedad.Finalmente me levanté y corrí hacia el agua, esperando refrescarme y sacarme tanta calentura. Víctor siguió acostado boca abajo en la arena.Estuve mucho rato nadando y la corriente me arrastró bastante de la playa. Cuando me di cuenta, estaba frente a unas rocas. Pude ver una cueva entre esas rocas y de repente, el negro salió de ella, completamente desnudo.El cuerpo de ese negro me pareció maravilloso, era un verdadero Adonis de ébano.Por supuesto, lo más fascinante era su enorme verga, que medía por lo menos unos treinta centímetros y estaba bien erecta.El negro me sonrió, estaba claro que su cuerpo desnudo me había atraído y entonces me hizo un gesto para que saliera del agua. No pensé que ese hombre pudiera lastimarme, pero mi calentura casi no me dejaba pensar. No podía evitar quitarle la vista a esa verga negra mientras avanzaba caminando fuera del agua.El hombre finalmente se acercó a la orilla y me tendió una mano. Luego me arrastró suavemente hacia la cueva. En medio de la oscuridad, en silencio, sentí que sus grandes manos deslizaban mi diminuta tanga hasta mis tobillos.Hizo que me recostara boca arriba sobre una roca suave y me abrió las piernas. Yo me dejé llevar, totalmente hipnotizada por la visión de ese enorme pito negro, que ahora apenas podía distinguir en la penumbra de la cueva.Enseguida sentí que me penetraba, que me traspasaba de lado a lado con su interminable verga negra. Comencé a moverme a su ritmo, mientras sentía que mi concha se humedecía cada vez más y ...
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