1. LA CENA


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Sexo Duro Autor: joseba__, Fuente: xHamster

    Os dejo otra de mis historias. Espero que no se os haga demasiado larga y, por cierto, en mi perfil tengo publicadas algunas historias más por si queréis leerlas. Estáis invitadas e invitados.La cena había estado deliciosa. Tan buena que, a pesar de ser una persona que cena muy poco, aquella noche no pude evitar comer todo lo que Lorena había cocinado. Cuando me invitó a cenar a su casa no dudé en contestar afirmativamente pero desconocía sus capacidades culinarias. Había aceptado porque una invitación de Lorena no se podía rechazar. Atractiva, inteligente, soltera, con una conversación amena… efectivamente, no se podía rechazar.Ella decidió que el postre lo tomaríamos en el salón y me invitó a que la esperara sentado en el sofá. Obedecí. Es posible que no tardara mucho en llegar al salón con el postre pero a mí me pareció una eternidad. Cuando entró por la puerta traía en sus manos una bandeja con dos platitos. Cada uno con su correspondiente mousse de chocolate y una cucharilla. “Ha acertado hasta con el postre” pensé para mis adentros. Pero no fue eso lo que llamó mi atención sino su imagen. Aquella noche de verano se había puesto un vestido negro con un estampado de margaritas. Algo sencillo y cómodo, sin estridencias ni grandes lujos pero que, en su cuerpo bronceado por el sol, lucía como la prenda más cara de la pasarela más glamurosa.Me dio uno de los platitos y tomó otro para ella. Dejó la bandeja en la mesa que había delante del sofá y se sentó a mi lado. Ambos ...
    ... comenzamos a comer el postre y lo cierto es que, en cualquier otro momento y, sobre todo, con cualquier otra compañía, yo estaría con los ojos cerrados degustando el chocolate esponjoso que estaba introduciendo en mi boca. Pero, ¿cómo cerrar los ojos ante la visión que tenía delante? Mi estado debía de ser tan obvio que Lorena me dijo “pues va a ser verdad que te gusta mucho el chocolate. Se te está quedando cara de tonto con cada cucharada que metes en la boca” y soltó una carcajada. Eso me sirvió para volver a la tierra de nuevo con un pensamiento nuevo. ¿Cómo sabrían esos labios con el regusto de la mousse todavía en ellos?La tentación fue tan grande que no pude resistirme a comprobarlo. Sin embargo, no fue un arrebato, no me acerqué a ella impulsivamente. No sabía cómo podría reaccionar, así que decidí acercar mi cara a la suya suavemente, que tuviera claras mis intenciones. Para mi felicidad, no me rechazó y dejó que mis labios llegaran a los suyos. Durante unos segundos los estuve rozando con pequeños besos. Noté que, no sólo los aceptaba, sino que respondía haciendo lo mismo. Lo siguiente fue abrir ligeramente mi boca y comenzar a succionar suavemente su labio inferior a lo que ella respondía succionando el mío. Todavía teníamos los platos en la mano y empezaban a ser incómodos. De forma que tomé el suyo y, junto con el mío, lo dejé en el suelo al lado del sofá. Me había encantado besarla pero todavía no había podido percibir el sabor de la mousse… llevé mi mano derecha a ...
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