1. Mi primera vez fue con mi madre (El principio)


    Fecha: 29/09/2018, Categorías: Incesto No Consentido Autor: Joliana, Fuente: CuentoRelatos

    ... –Perdón, perdón, no lo hice por burlarme –dijo mientras me daba un beso en la mejilla y me abrazaba el brazo. Por su cercanía pude sentir sus senos sin sostén en mi brazo y eso me puso aún más duro. Yo me incomode un poco y termine mi desayuno lo más rápido que pude. No pude aguantar y fui a darme otra buena jalada al ganso antes de salir de casa, dedicándosela a los senos de mi madre. Cuando llegue por la tarde a casa mi madre estaba desmayada por el alcohol. Era su costumbre relajarse y tal vez tratar de olvidar que mi padre no estaba con ella emborrachándose al punto de la inconciencia. Cuando estaba en ese estado no escuchaba ni sentía nada. Podía estar una guerra afuera de la casa y ella seguiría dormida y roncando. Normalmente tenía que cargarla del sillón de la sala a su cuarto pero como estuve mucho tiempo cargando pesas era algo sencillo par a mí además ella no era muy pesada. La llevaba siempre que se quedaba borracha y ella ni se daba cuenta. Esta vez estaba viendo la tele y se quedó dormida con una lata de cerveza en la mano. Solo llevaba una blusa blanca sin sostén y una tanga verde. Yo estaba acostumbrado a verla así pero desde aquel día yo la miraba diferente. Había descubierto el cuerpo tan jugoso que se escondía en aquella ropa y no podía sacarlo de mi mente. La lleve a su habitación y la recosté despacio en su cama. Su cuerpo yacía indefenso y frágil en aquella cama. No pude controlar mi deseo por ver de nuevo aquellos senos tan imponentes y me arriesgué. ...
    ... Levante poco a poco su blusa. Cada pulgada que se levantaba era una gloriosa parte de sus hermosos senos. Por fin después de unos segundos los deje por completo al descubierto. Eran tal y como los recordaba en mi mente. Una aureola grande y clara. Una forma como si fueran muy gordos y firmes y estaban ahí, completamente solo para mí. La calentura me dio valor y toque con mi dedo uno de sus senos levemente para ver como reaccionaba. Ella solo se movió un poco pero no se despertó. Me atreví a ir más lejos y tome uno de sus gigantescos senos con mi mano. Eran tan grandes que mi mano se veía pequeña. Mi corazón latía muy fuerte por el miedo de ser descubierto por mi madre. Si va a descubrirme pues que al menos sea por algo que valga realmente la pena –dije en voz baja–. Me recosté al lado de ella y comencé a masajear su seno izquierdo mientras llevaba a mi boca su pezón derecho. Sus senos son tan grandes que sus pezones se esconden adentro de sus aureolas por lo que tenía que hacerlo salir chupándolo. Por suerte mi madre no despertaba. Yo me sentía como un niño de nuevo ansioso por la leche de su madre. No saben cómo deseaba que su pecho tuviera leche. Ella no despertaba pero había empezado a gemir un poco. Parecía que lo estaba disfrutando y yo estaba en el cielo. Baje el cierre de mis pantalones y saque mi pene. Esta mal que yo lo diga porque muchos me acusaran de ser un presumido o mentiroso pero mi pene es de un gran calibre. Comencé a masturbarlo sin dejar de mamar su seno ...