1. La casualidad


    Fecha: 30/09/2018, Categorías: Incesto Fantasías Eróticas Autor: afranlecuesta1, Fuente: CuentoRelatos

    ... que me desabrochó la correa y me bajó los pantalones. Aquello era mucho para mí, y mi polla comenzó a entonarse con la tiritera de mi hermana y ella aprovechó que estaba encima para acoplarse mejor. La temperatura interior del coche contrastaba con el espectáculo exterior de luces y sonidos provocados por la tormenta. De vez en cuando un rayo nos iluminaba a los dos. Yo recorría su cuerpo frotándole para reactivar su sangre, mis manos la recorrían desde los pies a su nuca, lo que le provocaba más escalofríos y más movimientos de su cuerpo sobre mi miembro que iba creciendo en mis boxes. Mi hermana metió su mano y lo agarró con fuerza. Me miró a los ojos y riéndose me dijo que si aquella cosa era una bolsa de agua caliente le dije que sí, pero que era muy pequeña para ponerla en los pies. A continuación, pasó lo más increíble, mi hermana me besó para luego deslizarse hacia mi pene para practicarme una mamada, luego se tumbó en el asiento del coche y fue mi turno para lubricar con mi lengua su sexo, aunque no hacía falta, su sexo estaba bien lubricado. Me puse encima de ella, mi hermana sabía lo que iba a pasar y lo aceptó porque ella también lo quería, a la vez que mordía su oreja, su cuello y besaba sus pechos, me cogió la polla para introducírsela en su vagina y le dije que tenía preservativos, pero ella lo rechazó, me dijo que ya habría otras oportunidades para usar condones, ahora quería sentir mi polla en ella sin barreras, ...
    ... lentamente me fui moviendo hasta que todo mi pene se halló dentro de ella, me pidió que me moviera más rápido porque estaba a punto de correrse y así fue un par de movimientos más y mi hermana se corrió como nunca, sus gemidos acallaban los truenos, se le secó la garganta por sus gritos de placer y solo le salió la voz para pedirme que no me corriera dentro y que fuese a mi ritmo que ella ya se había corrido. Le pregunté si sería capaz de volver a correrse y me dijo que si era capaz de producirle más placer así que me moví lo más rápido que pude, pero yo quería que aquel momento no acabase nunca. La cambié de postura e hice que se sentara sobre mí y fuese ella la que marcase el ritmo, me apretaba la cara contra su pecho para que se los chupase y vaya si lo hice, mis manos acariciaban cada centímetro de su sudada piel y aproveché para meterle un dedo por su ano, cuando lo sintió se paró en seco y fue bajando lentamente hasta que mi dedo se introdujo también, y volvió a cabalgar sobre mi polla a la vez que mi dedo se movía formando círculos dentro de su culo. Mi hermana volvió a correrse justo en el momento en que yo se la sacaba para correrme salpicando su culo y su espalda. Luego nos intentamos recuperar nos vestimos y partimos para casa. Mi hermana se quedó dormida en el asiento junto a mí y la desperté cuando llegamos. La acompañé a su cama me volvió a besar y se acostó. Yo me fui para mi cuarto para intentar dormir. Había sido una gran noche. 
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