1. Mi media hermana (Parte 2)


    Fecha: 30/09/2018, Categorías: Incesto Anal Autor: Spartacus, Fuente: CuentoRelatos

    Luego de aquella noche de mi relato anterior, se acabaron las peleas y el comportamiento absurdo de mi media hermana, siempre le decía que todo lo de ella era falta de cariño, era más dócil y nuestro padre lo poco que estaba en casa notaba como de la noche a la mañana nos llevábamos bien extrañado, siempre hablábamos de cómo esconderle lo que en realidad pasaba entre nosotros, de no hacer nada que nos delatara, acordábamos cosas o a veces fingíamos estar peleados, nada de miradas lindas, muchos cariñitos, dormir juntos o sexo cuando papá estuviera en casa, se puso en control con el ginecólogo para evitar un accidente y hasta manteníamos la casa en perfecto orden ya que nuestro padre quería contratar otra señora de servicio y queríamos evitarlo a toda costa para estar solos todo el día… Aquello era sexo todos los días, donde fuera y como fuera cuando estábamos solos por días no existía ropa dentro de aquellas paredes, veíamos porno juntos, dormíamos juntos todos esos días, nunca me expliqué como la deseaba tanto, ni siquiera con mis novias o las chicas que ligaba había tenido tanto deseo y apetito sexual. Donde la veía parada le hacía el amor o la cogía salvajemente. Habían días que solo la pasábamos acostados abrazados entre besos y caricias porque estábamos agotados físicamente de tanto sexo. A veces ella entraba al cuarto con sus juguetes sexuales, me tomaba desprevenido y se sentaba en mi cara a hacerse un oral y a que la masturbara hasta estallar en sus orgasmos de a ...
    ... chorros, o yo acostumbraba antes de salir a buscarla donde estuviera para una mamada y dejarle la boca y la garganta llena de semen antes de salir, ya había aprendido a controlar las arcadas de tanto hundírselo hasta la garganta. Nos enviábamos mensajes de texto mientras no estábamos juntos para decir que íbamos a hacer cuando nos viéramos. Eran muchas las locuras que hacíamos y todo lo que queríamos lo pedíamos y nos complacíamos menos en tener sexo anal, por más que se lo pedía ella se negaba por el miedo que le causaba el dolor las pocas veces que lo intentamos y eso que trataba de dilatarla o compraba dilatadores o cremas anales anestésicas, tampoco tríos u orgías, porque no queríamos que en nuestra condición de hermanastros alguien nos delatara o por más que eso, celos. En parte nos sentíamos mal porque entre nosotros aparte de deseo había sentimientos, salíamos cuales noviecitos y disfrutábamos también así, evitábamos los sitios públicos como centros comerciales, parques, plazas por miedo a ser descubiertos por algún familiar, amigos, o conocido de la familia o nuestro padre. Nos lamentábamos ser hermanastros y no poder tener una relación linda y estable que aprobaran todos, nadie nos apoyaría o quizás muy pocos si lo hacíamos público, ninguno de mis amigos lo sospechaban, las de ella que sabían cuando iban a casa, les inventó que lo de ella hacia mí había muerto y que nos queríamos como hermanos, a veces me levantaba lindas chicas y ella me comentaba que tenía enamorados ...
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