1. El joven macarrilla, me seduce y termina llevándome a su casa. 2ª part


    Fecha: 30/09/2018, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: RelatosEróticos

    ... allí, y si os apetece, nos quedamos a dormir allí en mi casa. Por mi encantado, dijo el joven macarrilla. Yo levanté los hombros, diciendo que bueno. Terminamos de comer, y después de beber otras cervezas, y de fumar unos cigarrillos, me levanté para ir al servicio a mear. Cuando estuve de vuelta del servicio, ya habían puesto una película; era de porno gay. El viejo se había sentado en el sofá que estaba yo, ya que así quedaba frente al televisor, y además había sitio para ambos. Cuando pasé por delante de él, echó una mano a mi culo, acariciándolo. Putito, que culito más rico tienes, que bien lo vamos pasar este fin de semana. Como vamos gozar de este culito tan rico que tienes. Me senté a su lado, dispuesto a ver aquella película. Al poco de estar viendo la película, yo ya estaba con la polla medio tiesa, detalle que no pasó desapercibida para ambos. Claro que el joven macarrilla, también tenía su polla tiesa, y supongo que el viejo, también estaría con la polla a reventar. El viejo, alargó su mano agarrando mi polla, empezando a acariciar la punta de la polla. Te esta poniendo cachondo la película, eh, me decía, mientras acariciaba mi glande. Luego bajó a mis pelotas, haciendo que me recostara más sobre el sofá. Iba acariciando mis huevos, mientras con sus dedos, buscaba mi hoyito. Cuando lo encontró con uno de sus dedos, lo empezó a acariciar, metiendo la punta del dedo. Metía un poco y lo sacaba, para volver a meterlo, mientras me decía que estaba calentito. Se agachó ...
    ... entonces sobre mi vientre, llevando su boca a mi polla. Me lamía la punta con su lengua, mientras seguía metiendo su dedo en mi hoyito, cada vez lo metía más; hasta que se metió toda mi polla en la boca, y ahora iba profundizando con su dedo más en mi culo. Sacó la polla de su boca, mientras se levantaba, para decir que se iba poner cómodo, empezando a desabrochar el cinturón, haciendo lo mismo con el pantalón, hasta sacarlo por completo. Se le notaba la polla ya bien dura, pero siguió desvistiéndose, hasta quedar en pelotas, al igual que estábamos nosotros. El joven macarrilla, ya se había levantado, estando ahora con su polla en mi boca. El viejo se sentó, volviendo a lo que estaba. Volvió a meter mi polla en su boca, buscando con su dedo el agujerito de mi culo, para volver a introducirlo, e irlo metiendo y sacando, cada vez más hondo y rápido. Cuando el joven macarrilla sacó su polla de mi boca, el viejo sacó su boca de la mía, agarrándome con sus manos, para que le chupara su tremenda polla. Ven, me decía, ven que quiero meterte mi polla en esa boquita que tienes. Me puse de rodillas en el sofá, llevando mi cabeza a su entrepierna, dejando que me cogiera con sus manos la cabeza, llevando mi boca a su gran pollón. Abrí la boca, metiendo su glande en la boca, para luego agarrarla con las manos, e ir chupando la cabeza de aquel monstruo. Chupaba la cabeza, luego pasaba la lengua a lo largo de aquel vergajo, volviendo a succionar la cabeza de aquella polla. Mientras yo le ...
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