1. en la playa


    Fecha: 01/10/2018, Categorías: Voyerismo Autor: depredador1, Fuente: xHamster

    El verano pasado decidí ir con mi mujer a una playa nudista aunque si bien mi mujer había hecho alguna vez top-less en la playa, la verdad es que me costó convencerla, pero al final lo conseguí. Mi mujer es una de esas que va llamando la atención por ahí ya que tiene un cuerpazo de impresión y está muy bien provista de todo. Después de pasar la mañana en el coche llegamos a nuestro destino, extendimos nuestro tenderete y nos acomodamos sobre la arena. La gente campaba desnuda por la playa, la mayoría eran extranjeros que venían con sus familias pero también había más hombres que mujeres, muchas de las cuales pasaban los cincuenta. Así es que, como cabía esperar, mi mujer era el foco de atención de todos los hombres de alrededor que esperaban ansiosos a ver como ella se quitaba la ropa.- Paso de quitarme nada, me m*****a tanto mirón - me dijo mi esposa al verse tan observada.Pero a mí me gusta presumir de mujer, me gusta ver como todos se mueren de la envidia de ver lo buena que está, así que le dije:- Estamos haciendo el ridículo, en las playas nudistas si uno no se desnuda se tiene que ir.Para calmarla, me quité el bañador y ella, algo más convencida, se fue despojando poco a poco de la parte de arriba del bikini hasta que dejó sus grandes pechos al descubierto. Todos los hombres miraban a mi mujer atontados y alguno se tuvo que dar la vuelta al ver que su polla empezaba a endurecerse.- Así me gusta - le dije a mi mujer - Continúa sacándote cosas.Después de insistirle un ...
    ... rato, ella aceptó aunque diciéndome que no le hacía gracia. Se quitó la braguita del bikini y dejó a relucir un coñito de lo más botito y recortadito pero al mismo tiempo, y con cierto asombro por mi parte, vi como ella no paraba de mirar a un alemán que estaba al lado. La verdad es que era un chico joven con un gran aparato. Él tampoco paraba de tontear con mi mujer mientras ella, ante mi continua sorpresa, no hacía más que provocarle enseñándole de pleno sus enormes pechos. Al cabo de un rato se nos presentó y nos dijo si se podía poner a nuestro lado ya que se encontraba sólo. Yo asentí y se colocó al lado de mi mujer. Los dos empezaron a hablar mientras yo notaba que mi mujer estaba poniendo a cien al tío con sus posturas. Al cabo de un rato mi esposa le pidió a Hans, que así se llamaba el chico, que le pusiera crema aprovechando que yo estaba tomando el sol con los ojos cerrados. Él abrió el bote de crema y empezó a extendérsela por la espalda pero, poco a poco, fue cogiendo confianza y ante la pasividad de mi mujer empezó a subirle las manos por los costados.Yo estaba realmente excitado puesto que no me entraba en la cabeza lo que mi mujer estaba dejándose hacer. El alemán empezó a restregar la crema por las tetas de mi mujer que no hacía más que cerrar los ojos mientras que con su mano derecha, como sin querer, manoseaba la mojada polla de Hans. De pronto, mi mujer se dio la vuelta, abrió la crema y se la empezó a untar sobre la polla de Han cuyo aparato iba cogiendo unas ...
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