1. DESDE EL COMIENZO


    Fecha: 02/10/2018, Categorías: Dominación Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... nosotros todos. Sí: una verdadera orgía dominantemente lujuriosa en la cual numerosas chicas, nos ultrajaban jugando con nuestros desnudos cuerpos. María, una hermosa niña que siempre solía acosarme, fue la encargada de marcarme para toda la vida como con un sello de ardiente fuego erótico, adentro de aquel vestuario en donde supo enloquecerme a cosquillas y todo tipo de manoseos y el haberme hecho lamer y chupar intensamente sus olorosos y sudados pies, haciéndome entrar en ese túnel del deseo pasional por sentirme deseoso de gozar a una mujer dominándome en humillante dominación enteramente absoluta. Y si María todos los días me acosaba, a partir de ese día,todos los días me atrapaba para hacerme lo mismo. Eramos dos niños, sí, pero María hacía lo que quería lujuriosamente con mi caliente cuerpo de chico pre-adolescente, y entregado completamente a sus malicias, gozaba sintiendo lo que me hacía sentir. Donde podía y cada vez que podía, María me capturaba para hacerme cosas. Adentro del mismo colegio fuí por ella no se´cuántos cientos de veces desnudado y masturbado, felado y cumplir mi obligación de lamerle el culo por ejemplo,o los pies, o lo que ella quisiera. María a la salida del colegio solía hacerme ir hasta un boscoso parque que había no muy lejos de allí, y ese taryecto lo hacíamos, debiendo yo llevarla montada sobre mis hombros. Una vez allí en el parque, yo debía desnudarme completamente desnudo, y María comenzaba a divertirse a sus anchas con mi cuerpo. Ahí, ...
    ... adentro de ese parque y en medio de la más intensa orgía donde María me estaba enloqueciendo, sucedió mi primera eyaculación, la cual se dió cuando María estaba refregándome en la punta de la empinada verga,la punta de su larga y hermosa naríz. Se la llené de leche, me acuerdo, y María soltó la carcajada, y nos reíamos a dúo. A partir de ese día...María también me ordeñaba. María, era un verdadero azote erótico en mi. En el colegio continuaban los femeninos triunfos y eso motivaba aún más nuestras orgías siendo de ella su juguete acostumbrado, y aquello había tornádose ya, en una práctica acostumbradamente constante. Otros chicos, habían caído en idéntica suerte; que no era yo el único en tal cuestión. Aquello así se había dado, y así comenzaba a rodar ese vivir donde íbamos creciendo y la adolescencia era ya realidad absoluta. Ese mismo colegio inaugura el secundario cuando nuestra generación concluía el primario ciclo, y ahí mismo proseguimos nuestra estudiantil etapa secundaria. Seguimos, pues, en manos de nuestras dominantes amigas. Ahora, el sexo y la lujuria, dábanse de manera mas fuerte, y aquéllas, eran a veces orgías de impresionante impronta adulta. Varias veces las chicas nos tuvieron a varios chicos juntos en lugares donde éramos por todas ellas intensamente ultrajados, en extensas sesiones donde nos soltaban ya completamente exaustos. Lamerles los pies, el culo, y sus anatomías todas, eran prácticas de rutina que matizaban con palizas de latigazos, montas en nuestros ...