1. Te tengo, sobrinita


    Fecha: 03/10/2018, Categorías: Dominación Incesto Autor: ViSiosoEnMordor, Fuente: CuentoRelatos

    ... reconocer que no lo haces nada mal, eh? -Se jactaba Pedro. Pilar trató de ignorar ese comentario y siguió con las 2 tareas que tenía encomendadas: masturbarse y chupar. Pilar intentaba reprimirlo pero se estaba excitando. Su tío quería que lo disfrutase, por ello la obligaba a masturbarse. A pesar de que era la primera vez que Pilar realizaba una mamada, objetivamente lo hacía bien. Usaba la lengua con maestría y Pedro estaba en el paraíso. El placer que estaba sintiendo era mucho mayor que el que se había imaginado en sus múltiples fantasías sexuales que había tenido con ella. Pilar chupaba y lamía sin parar. Quería que eso se acabase rápido, muy rápido. A la vez, notaba que estaba a punto de alcanzar el orgasmo y eso le daba mucha vergüenza. Muchísima. No quería que su tío Pedro viese que estaba disfrutando con ello, pero, por desgracia, lo vería. Pilar alcanzó el orgasmo gimiendo y temblando de placer sexual. -Así me gusta, sobrinita, que lo disfrutes. Ahora es mi turno. -Pedro dijo esto apartando a Pilar de su pene y se empezó a masturbar. -Abre la boquita, venga. Pilar estaba tan humillada que ya le daba igual todo. Si tenía que beberse el semen de ese chantajista, lo haría. Así todo acabaría ya de una maldita vez. Quería olvidar ese día para ...
    ... siempre. - Todo para ti, zorrita!!! - Pedro dijo esto mientras eyaculaba copiosamente en la boca de su sobrina de 19 años. El placer que sintió fue tan intenso que casi lo hizo desmayar. Pilar sintió arcadas pero se tragó el semen de su tío. Se lo tragó todo menos una gota que había caído al suelo. Pedro la vio, se acercó a ella y con su pulgar la recogió. La acercó a la boca de su sobrina. - Venga, guapa. Ya sabes que es de mala educación el desperdiciar la comida, jaja. Pilar chupó el dedo del tío que le había violado la boca con un vil chantaje. Lo dejó completamente limpio. - Lo hiciste muy bien, querida. Ahora quítate las bragas que llevas y dámelas. Las que tenías antes también me las quedo de recuerdo. De esta forma podré recordar para siempre este momento tan feliz que hemos tenido. Después de entregar las bragas de su madre manchadas por los restos de su propia masturbación, se fue a su habitación sin decir nada. Una vez dentro de su habitación rompió a llorar. Lloró de humillación y de vergüenza, pero, por encima de todo, lloró de rabia. De la rabia que da el descubrir que te han obligado a chupársela a alguien y tú lo has disfrutado! Pilar, la sobrinita inocente, había disfrutado de la felación. Pero ese secreto se lo llevaría a la tumba. 
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