1. Me hacen tragar vergas y más vergas (2)


    Fecha: 03/10/2018, Categorías: Gays Dominación Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    Las ocho manos me sobaban por todos lados y cuatro bocas y lenguas me hacían su presa con besos, lamidas y mordiscos en medio de un concierto de jadeos, gemidos y palabras agresivamente obscenas. Yo ardía de ganas y suplicaba: -cójanme… por favor, cójanme… quiero verga… -Pero ellos parecían enredados en su calentura incontrolable. Era un aquelarre desenfrenado hasta que por fin, mi tío y el señor Manuel pudieron imponerse y obligaron a los visitantes a apartarse de mí. -Basta, amigos, ¡parecen animales en celo! - intervino tío Eli. -¿Quieren darle verga o no? -¡Claro que sí! –contestó el señor Anselmo, con la pija bien erecta como los otros tres. -Bueno, entonces calma, señores. –dijo tío Eli y sorpresivamente le preguntó al señor Manuel: -¿Tenés naipes? -¿Qué?... ¿Vamos a jugar a las cartas? –preguntó el señor Manuel con expresión de sorpresa. -No, claro que no, pero con las cartas vamos a ver el orden en que estos amigos se lo cogen al nene. -Ah, entiendo, ya traigo los naipes. –dijo el señor Manuel y abandonó el dormitorio. Entonces tío Eli explicó: -Ahora ustedes van a ir tomando un naipe del mazo y según el naipe será será el turno. Y vos –me dijo. –Sacá la vaselina de la mesita de luz y estate listo para lubricar cada verga antes de que te la metan en el culo, porque vamos a empezar por el culo. -Sí, tío, lo que vos digas… -contesté sintiéndome cada vez más a gusto como sumiso y que fuera mi propio tío el que me dominara. ¡Cuánto morbo! Lo cierto fue que los naipes ...
    ... indicaron que primero me iba a coger el señor Gerardo y después el señor Anselmo, el señor Guillermo y por último el señor Romualdo. Apliqué vaselina en la verga del señor Gerardo con manos que temblaban de nervios y ansiedad. ¡Qué hermosa verga! Bien dura y un poco curvada hacia arriba. -Muy bien, Jorgito. En cuatro patas… -me ordenó mi tío y por supuesto obedecí enseguida, jadeando de excitación. Ya en posición y con el señor Gerardo detrás de mí, listo para cogerme, me di cuenta de que el modo había cambiado. Ya no iba a tragar verga por el culo mientras se la chupaba a otro señor, pero no tuve mucho tiempo para pensar, porque de inmediato empezó a entrarme la verga de mi primer violador. El dolor intenso me hizo gemir y corcovear, pero como siempre ese sufrimiento terminó cuando la verga estuvo toda adentro y empezó a ir y venir produciéndome un goce indescriptible de tan intenso. A la izquierda de la cama el resto miraba y de pronto el señor Gerardo se corrió en medio de rugidos como de un animal y me soltó varios chorros de semen caliente en mi culo sediento de esa leche deliciosa. Enseguida trepó a la cama el señor Anselmo y me apliqué a envaselinarle su verga. ¡Ay, cómo me hubiera gustado mamarla!, pero soy un chico disciplinado y reprimiendo mis ganas completé la tarea para después volver a ponerme en cuatro patas con cierto temor, porque esa verga era bastante grande, larga y gorda. -¡Qué bien armado estás, Anselmo! –lo elogió tío Eli y se puso a reír mientras yo ...
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