1. Los labios carnosos de mi comadre


    Fecha: 04/10/2018, Categorías: Infidelidad Confesiones Autor: Perritosucio69, Fuente: CuentoRelatos

    ... que me absorbía, pero de reojo yo veía mi propio espectáculo: sus piernotas abiertas ya sin zapatos y la falda hasta la cintura. En un momento me baje el ziper y le ofrecí mi verga que tenía a la altura de su cara; chupó con calentura extrema, pues como ya tenía tiempo sola, vaya que tenía hambre de hombre, incluso me lastimó un poco, pero luego fue calmándose y mamando con calma, pues sabía que desde ese momento ya tenía un miembro para ella. Yo subí su blusa y deje al descubierto las tetas más redondas que he visto, pase una mano por atrás y le desabroche el sostén así que se le liberaron esas toronjas de un tamaño tal que no las abarcaban mis manos. Sus pezones de un rosa intenso, casi rojos estaban parados y duros como rocas, brillaban un poco porque estaba sudando y entre sus tetas se percibía sudor. Yo me incline sobre esos manjares y los chupe con delicadeza pero a la vez le daba mamadas fuertes que hacían que mi comadre se retorciera de placer, porque al mismo tiempo mi mano ya estaba bajando sus panties acariciando esa maraña de pelos mojados y olorosos. Volví a juntarle las piernas para sacarle los calzones a lo que ella ayudo con la mano izquierda, pues con la derecha se aferraba de mi verga que seguía engullendo y dando lengüetazos y mamadas. Yo ya no podía de calentura y sentí que me venía en su boca, pero hice acopio de fuerzas y me baje a su coño que latía al ritmo de su corazón. Mi comadre se acomodó en su sillón donde se convirtió en mi reina y yo en su ...
    ... lacayo; abrió las piernas hasta donde pudo y yo contemple un coño lleno de pelos brillantes por sus jugos, ya que como no se depila, los tiene largos y abundantes; sus labios superiores son de un negro mate y los inferiores así como su hendidura son rosa intenso que con la cantidad de jugos que emana hace que ese coño brille y huela delicioso. Yo me arrodille y comencé a mamar ese agujero de miel, yo tenía mis manos en sus descomunales tetas amasándolas y manoseándolas, pero tuve que bajarlas a las piernas, pues mi comadre se movía tanto que no atinaba a mamarle bien esa conchita. Levante sus pies y los apoye sobre el borde del sillón y abrace sus piernas ahora flexionadas para ahora si darme un banquete; comencé a meterle mi lengua y separar sus labios, y no nos hicimos esperar, pues las ansias de los dos eran muchas así que me fui a su botoncito que es de un tamaño enorme, debe medir un centímetro. Lo aprisione entre mis labios y lo mame con delicadeza, pero ya era imposible contener los espasmos de mi comadrita, sin embargo se aguantó lo que más pudo y yo lamía, chupaba, succionaba y bebía el hermoso coño, hasta que sentí su corrida de donde brotaba un río de líquido espeso y salado, su olor me excitaba más y más. Entonces me incorpore y la levante de su sillón de placer, la voltee, ella supo que hacer: se apoyó con sus manos en el asiento y me puso sus nalgas abiertas e incitantes a ser penetrada como una perra en brama, separo esas lindas piernas que tiene y vi su ojete que ...