1. Mi jefa se convirtió en mi perra sumisa....


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Dominación Autor: luismiguels6, Fuente: RelatosEróticos

    ... puta vez?".Ella sintió que algo estaba pasando allí y decidió asentir con la cabeza, sin decir nada. La verdad es que aquella situación era claramente peligrosa igual la odiaba y ya tenia ganas de renunciar , es mas todos en la empresa tenemos ese sueño de irnos por lo mal que nos trata . Podíamos quedarnos sin trabajo los dos, y no era precisamente lo que yo quería. Tras darle un par de vueltas en la cabeza, rapidito, tiré por el camino del medio, y me puse duro.Bien, quiero que sepas que he sido Amo durante más de 5 años, y que he tenido varias sumisas y aprendices a mi orden. Soy un buen Amo, al que le gusta azotar, pellizcar, sodomizar, masturbar y tirarme perras sumisas . Voy a educarte para convertirte en mi perra, de esa manera sabrás lo que significa que te den órdenes y que tengas que obedecerlas. Deberás respetarme, obedecerme y satisfacerme sexualmente."Ella estaba completamente sorprendida, sin palabra delante de mí.Ahora vas a sentarte en la silla, y vas a pensar en los próximos 10 segundos, si quieres ser mi sumisa, o si quieres que le cuente al director lo que aquí ocurre todo esta registrado y haz llamado desde el iphone de la empresa puedo pedir un reporte de llamadas.A pesar de que continuaba en estado de shock, no tardó mucho en responder, le daba demasiado miedo ser expulsada del trabajo y necesitaba el trabajo.Seré tu sumisa...".Bien, levántate, y ponte en medio de la sala. Quiero verte enterita."Nerviosa completamente, y aun extrañada, se colocó ...
    ... en el centro de su despacho, lo que aproveché para dar 2 vueltas a su alrededor, mirando su cuerpo. Me coloqué detrás de ella, acerqué mi pene hasta su culo, y agarré con fuera sus pechos, masajeándolos, mientras olía su perfume. Su respiración había cambiado y ahora era mucho más profunda y marcada. Estaba excitándose con la situación.Agarré su chaqueta, y la tiré sobre el sofá. Luego desabroché su blusa, y la lancé también al mismo sitio. Para acabar, bajé su falda, dejándola en ropa interior delante mío, con los zapatos de tacón puestos. Me coloqué delante de ella, para asegurarme de que pudiera verme la cara, y comencé a masajear otra vez sus pechos, mientras acariciaba igualmente su chochito. No tardé mucho en quitarle el sujetador y el calzoncito sexy negro que tenia , para dejarla completamente desnuda, vestida únicamente con sus impecables zapatos, delante mío.Nunca me la había imaginado desnuda, y aunque no era fea, su carácter agrio me había impedido siempre verla como a una mujer sexy y elegante. Pero allí, sin ropa, para mí, pude ver cómo era realmente. De unos 45 años, morena, delgada y con un pelo largo, sus pechos permanecían erguidos a pesar de su edad, y su culito estaba más duro de lo que yo imaginaba. Se notaba que hacía deporte.Ahora vas a apoyarte en la mesa, perra. Vas a ser castigada por cómo te has portado conmigo.". Ella me miró, y tras dudar, me obedeció, dejando su culo a mi gusto.Zasss..." Primer azote."Zasss..." segundo. Un gemido salió de su ...