1. Mi primera infidelidad 2


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... estaba en intimidad con la esposa, pero eso a mi no me importaba, yo era su querida, la mujer que esta siempre dispuesta a dejarse hacer lo que ese hombre quiere. Yo soy rubia natural, y a mi jefe le encantaba ver el bello púbico mio, ya que es del mismo color que mi cabello, rubio, yo lo había dejado crecer, ya que él me dijo que lo hiciera, yo estaba sometida a él, pero me gustaba ese sometimiento, era feliz con todo lo que me hacía y yo dejaba que me hiciera lo que quisiera hacerme. Una vez me llama y me hace sentar en un dilatador anal enorme, "pero señor Alberto, yo no necesito eso, no vio que grande tengo el ano", le dije antes de sentarme, "quiero que te sientes y mientras te destrozas el ano, quiero que me mames la verga", me dijo, y yo como buena sumisa que soy, me senté, sintiendo dolor, ya que era bastante grande, pero no me dejo mamar su verga hasta que no lo hice entrar toda en mi cola. Ahí si, saco su pinga y me la metió en la boca dejando que la mame mientras sentía un tremendo dolor en el ano con eso metido dentro, hasta que por fin se vino en mi boca y después de haber tragado toda su leche y haber limpiado bien su verga con mi lengua, me dejo levantar, haciendo que me abra las nalgas y le deje ver como me había quedado el ano. Me hizo pasar mis dedos por mi ano, que estaba treméndamente abierto, "así quiero que tengas el ano, así de abierto", me dijo, dejando que me fuera a mi oficina con un tremendo dolor en la cola. Me di cuenta que me hacía cosas que no ...
    ... se las podía hacer a su esposa, lo notaba un poco sádico, pero entre él y mi esposo, me quedo con mi jefe, aparte de estar en una situación económica muy cómoda. Últimamente no me dejaba limpiar de después de cachar, me hacía ir a mi oficina sin calzones y sin que me pueda la lavar la cuca o la cola, según por donde me hubiera cachado, apretando las piernas para que la leche no se me escurra por las piernas. Pero siempre que me hacía algo fuera de lo normal me lo recompensaba con un buen regalo o con dinero. Y me fui acostumbrando, prefería eso a las palizas que me daba mi esposo. Una noche me llama y me dice que mañana a la mañana va a venir una persona muy importante, que necesitaba mi ayuda para cerrar un negocio muy importante y que si lo ayudaba iba a ser muy generoso conmigo. Al otro día, fui a la oficina muy intrigada de lo que quisiera hacer mi jefe, que lo veo entrar con un señor bastante mayor y muchos kilos de mas, saludando con su característica distancia con todos los empleados, y al rato me llama, que me necesita, y yo fui, toda inocente, ya que pensaba que quería que lo asesore en algo referente al negocio, y me dice que cierre la puerta que me iban a dictar una carta, y lo veo al señor ese, gordo con su verga fuera del pantalón, dura y subiendo y bajando el prepucio, mirándome con una sonrisa lasciva y mi jefe estaba con la pinga dura también fuera de su pantalón, yo no podía creer lo que mi jefe quería que haga, que me siente en la pinga de ese gordo y deje ...