1. El perfume de Elena


    Fecha: 05/10/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Fui a lo de mi tía, corriendo, rechacé su invitación a cenar y regrese sobre mis pasos. En el anden espere el tren, los minutos eran interminables. Tome el tren y al llegar corrí las 4 cuadras hasta su casa. Era una casa de 2 pisos, con un jardín bien cuidado, rejas y una puerta enorme de madera. Toque el timbre, ella abrió la reja con el portero eléctrico, y cuando pase y cerré el portón al darme vuelta estaba ella en la puerta, esperándome, se había duchado, ya que tenia el pelo mojado, se había puesto un camisón y no tenia ropa interior puesta. Me recibió con un beso como si me quisiera arrancar la boca, me empujo para adentro y cerro la puerta, me abrazo y me fue llevando abrazado y besándonos por una escalera, las luces estaban apagadas, y yo me dejaba guiar. Entramos en su cuarto, tenia un aire infantil, salvo por la cama matrimonial (heredada de sus padres, cuando ellos compraron una nueva). Tenia muñequitos de peluche por todos lados y la decoración en las paredes era mas que nada fotos suyas con su novio, amigas, y de las vacaciones. había música tranquila sonando, me tiro en la cama, y se me subió encima, me dijo que hacia mucho que quería meterle los cuernos a su novio, ya que en el verano el la había engañado y ella lo había perdonado, pero que seguía con bronca y que había estado pensando en con quien podría engañarlo y había pensado en mi, pero nunca pensó en llevarlo a cabo hasta ese momento. Siguió besándome en toda la cara y yo acariciándola por todos lados, ...
    ... sus tetas habían crecido y yo las masajeaba, ella se movía de todas formas, y mi erección era impresionante, ella se refregaba sobre mi pantalón, me fue sacando la remera, besaba mi cuello, me mordía, me empezó a desabrochar el pantalón, primero el cinturón y luego el cierre y luego el botón final, se bajo de mi y desde el piso, tiro de mis pantalones de un tirón junto con mi slip, mi miembro salto de un golpe y ella se recostó de manera cruzada, así que mientras ella besaba y lamía mi miembro, yo la fui acariciando y acomodando para poder tener su tesoro delante de mi cara. Comencé a besar y a chupar y a morder su jugosa conchita, olía a recién bañada, perfumada de mujer, ella se arqueaba, sentía los espasmos que le provocaba, gemía y dejaba de mamarme para disfrutar de mis caricias, cuando yo frenaba ella reiniciaba su deliciosa labor de darle lustre con su lengua a mi pene. En un momento abandono su labor y me rogó que la penetrara, se acomodo sobre mi y se fue agachando hasta que mi miembro entro en contacto con su carne. Ella gemía, y comenzamos un vaivén interminable, se termino de sacar el camisón y yo podía acariciarla toda, su cara de gozo era divina, sus ojos con lagrimas de placer. Terminamos juntos, nos abrazamos y besamos, y quedamos rendidos en su cama, mientras nos recuperábamos sonó el teléfono, era su novio que le pedía que se vieran a la noche, ella le dijo que había sido un día largo y que se iría a dormir, el novio quedo conforme, cuando corto, aproveche ...