1. La noche de Ana en un ganbang


    Fecha: 10/10/2017, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo en Grupo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... empezar?”Por toda respuesta, uno de ellos me dio un tremendo puñetazo en el estómago, que me dobló en dos de dolor, dejándome sin aire. Cuando abrí la boca intentando respirar sentí que una verga se introducía hasta el fondo de mi garganta y unas manos me aferraban la cara para que no pudiera retroceder. Al mismo tiempo, otro me aferró por las caderas y me enterró una verga bastante grande y dura hasta el fondo de mi culo, de un solo golpe. Me soltó el rodete del peinado y me tiró del pelo hacia atrás, haciendo que sus embestidas brutales me llevaran hacia adelante, al encuentro de la enorme pija que me asfixiaba dentro de mi boca.Unos golpes comenzaron a caer sobre mis nalgas y piernas, como si utilizaran un látigo o una varilla fina; podía sentir que mis medias de seda se iban rompiendo a pedazos, los latigazos dolían muchísimo, sentía que la piel me ardía.El hombre en mi culo acabó bastante rápido, para dejarle su lugar a otro, que me lo abrió otra vez en una sola embestida; una verga mucho más grande que la otra.Enseguida comenzó a bombearme con un ritmo enloquecedor. Dolía muchísimo a pesar de que ya tenía el interior bastante lubricado con las acabadas anteriores.La verga en mi boca se vació de golpe, llenándola de semen que quise escupir para no ahogarme, pero unas rudas manos me sujetaron la cara y me dieron un par de fuertes cachetazos para obligarme a tragar toda esa leche; alguien me llamó “puta”.Enseguida otra pija dura ocupó mis labios, haciendo que abriera mi ...
    ... boca al máximo porque era muy gruesa; pensé que si me cogían con eso, seguramente iban a desgarrarme.El que me estaba sodomizando se echó hacia atrás y dejó escapar un alarido interminable, al tiempo que sentía toda su descarga dentro de mi culo. Siguió embistiendo un poco más, mientras me arañaba las nalgas con unas uñas muy afiladas, para finalmente sacarme esa verga ya no tan endurecida.Enseguida su lugar fue ocupado por otra pija, nuevamente en mi culo.La poronga gruesa que tenía en mi boca también estalló entre mis labios y otra vez fui castigada con cachetazos hasta entender que debía tragarme la última gota de leche.Después perdí la cuenta de todo lo que me hicieron, ya que estuvieron turnándose el resto de la noche llenándome el culo de semen, orinando sobre mi cuerpo, azotándome con varillas y una toalla mojada, pegándome cachetazos cada vez que demostraba poca colaboración y por supuesto, se preocuparon bien en hacerme entender que eran unos machos infernales que abusaban de mi culo sin piedad.Eran por lo menos cinco tipos, uno mejor dotado que otro, las vergas siempre duras y listas para cogerme, un rendimiento increíble, ya que parecían todos de unos cincuenta años, estoy segura de que no había gente más joven.El final fue como yo lo suponía: mientras estaba arrodillaba lamiendo una pija no tan dura a uno de ellos en el suelo, el de la verga más gruesa se acomodó a mis espaldas y me la metió por el culo sin piedad, en un solo golpe, brutal. Por suerte ya estaba bien ...