1. Obedezco, así soy feliz (I)


    Fecha: 08/10/2018, Categorías: Anal BDSM Sexo con Maduras Autor: carmen_garc, Fuente: xHamster

    ... polla. Mis pechos se balancean al ritmo de tus embestidas. Mis gemidos suben de volumen. Las sombras se mueven nerviosas. Soy el centro del mundo. De ese mundo del que tú eres dueño y señor. No puedo aguantar más. Un espasmo recorre todo mi cuerpo. De mi garganta sale un gemido profundo y a****l. Mi cuerpo no me pertenece. Quiero gritar ya basta, basta, pero no puedo, solo cerrar mis puños, gemir ahhh ahhhhhhhhh ahhhhhhhhh y de repente todo estalla, mi vagina se estremecie........... ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.........Me corro. Tengo un orgasmo, no paras, otro latigazo, sigues. En un minuto me he disparado tres veces. Tres orgasmos cortos pero consecutivos. Mis piernas flaquean. Estoy en el cielo. De repente me doy cuenta. No me has dado permiso para correrme. Sé que eso te enoja. Sé que voy a ser castigada. Hace unos segundos estaba en el cielo y en breve estaré a las puertas del infierno. Oigo que abres un cajón. Sé lo que guardas ahí. Un silbido en el aire y tu fusta cae sin piedad sobre mis nalgas. No emito ningún sonido, no debo. Siento como si me hubieran desgarrado mi firme pero tierna nalga. El dolor que siento se mezcla con el deseo. ¿Cuánto podré aguantar?. ¡¡Aaah!! Mi otra nalga sufre el mismo tratamiento. No puedo contener mi voz y gimo. ¡¡¡Aaahhhhh!!! El tercer golpe me parece mas fuerte que los anteriores. ¡¡¡Aaahhh!!!! El dolor en mis nalgas es muy fuerte ahora. Mi trasero me arde. Cada golpe lo contrarrestas con una leve caricia a mi sexo.¡¡¡¡Ahhh!!!!! ...
    ... ¡¡¡¡¡Ahhh!!!!!! Algo me está sucediendo. El placer y el dolor se unen ahora en una deliciosa condena...mi cuerpo ya no es mío, te pertenece totalmente. Me abandono a esa sensación.¡¡Aahhhh!! Me golpeas sistemáticamente, y llegó un momento que a cada golpe creo seguro que no aguantaré ni uno más.. pero sigues. ¿Cuántos azotes han soportado mis nalgas? ¿10? ¿12? Me parece excesivo. Sé que mi placer sin tu permiso te ha hecho enfadar. Las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos. Eso te gusta. Sabes que he comprendido. Te agachas y masajeas mi dolorido culo. Separas mis nalgas e introduces tu lengua en mi puerta trasera. Eso no. Me muevo y aprieto el esfínter. Un nuevo fustazo deja claro que mis deseos no tienen ningún valor. Dejo que sigas e intento dominar mis sensaciones. Te pones en pie y apoyas tu miembro en la entrada de mi culo. Es inútil que me resista. Presionas. La cabeza de tu polla se abre camino sin dificultad. Mis músculos se acomodan a ti. Alguna de las sombras ha desaparecido. Vuelves a presionar. Noto cada centímetro, cada milímetro de tu poderoso miembro introducirse en mi, hasta ahora, virgen culo. No hay dolor. Continúas. Al fin siento tu bello púbico frotarse contra mis nalgas y mi depilado sexo. Tu herramienta está completamente enterrada. Me siento mas tuya que nunca. Me coges por el pelo y te sujetas a él como si fuera la crin de un caballo en que cabalgaras. Mi cuerpo se arquea. Comienzas a bombear. Los músculos de mi culo se cierran sobre tu polla para evitar que ...