1. Una fiesta de placer con mi suegra


    Fecha: 08/10/2018, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo con Maduras Autor: pepitito, Fuente: xHamster

    Los encuentros con mi suegra Cecilia siguieron durante un tiempo largo. Ella había encontrado a su vejez, una fuente de gozo sexual nunca conocida y era obvio que no le resultaba fácil renunciar mas allá de los remordimientos que cada tanto le acosaban. A sus 62 años la vida le presentaba una ocasión de sentirse realizada como mujer sacando provecho de su cuerpo, que para esa edad exhibía un nivel muy superior a cualquier mujer de su edad.Ella estaba siempre dispuesta a repetir los encuentros cada vez que se presentara una ocasión. Contaré ahora una sesión de sexo que tuvimos aprovechando quemi suegro había viajado al interior del país por unos días. Concertamos la cita, pero decidimos que no iríamos a su departamento sino a un hotel discreto de la zona, para evitar que se levantaran sospechas con sus vecinos.La pasé a buscar con mi auto en el lugar acordado, y marchamos directamente al hotel que habíamos elegido. Teníamos para darle rienda suelta a la pasión, un turno de tres horas. Yo había llevado una botella de champagne para brindar, a sabiendas que el alcohol se le sube muy rápido a la cabeza a Ceci. Era una estrategia para desinhibirla para que el encuentro no tuviera límites, tal como resultó.Ella venía con un tapado que cubría una pollera y un jersey debajo de los cuales me sorprendió con ropa interior negra, a sabiendas que esa era una de mis debilidades. No era una bikini porque su culo necesitaba algo adecuado, pero tampoco era unos calzones de vieja. El corpiño ...
    ... con unos encajes contenían apenas esas dos tetas tan codiciadas.Nos sentamos en el sofá y de inmediato nos trenzamos como dos chiquilines en innumerables abrazos y besos. Beso va beso viene, empezó el franeleo. Mis manos debajo de su jersey buscando sus tetas y Ceci acariciando mi verga por sobre el pantalón. Mi otra mano se deslizó por su entrepierna buscando la cueva tan ansiada. Separé los bordes de su braga y metí mis dedos en su concha, que lubricada por el deseo, me recibió con largos gemidos. Rápidamente empezamos a quitarnos la ropa que llevábamos quedando ambos con sólo la ropa interior.Sentada, le saqué la braga y arrodillándome entre sus piernas comencé a chuparle la cueva dando con mi lengua duros embates a su interior y a los labios exteriores, dedicando especial atención a su clítoris que mordí y chupé insistentemente. Sus gemidos ya era bramidos y no aguantando mas se corrió en mi boca regalándome sus jugos íntimos. Sin darle tiempo a nada, le quité su corpiño y continué mi juego bucal, ahora con sus dos tetas y sus pezones. No llegué a darme cuenta si tuvo otro orgasmo o casi, lo cierto que pasados unos minutos me apartó la cara de sus senos y me pidió que le diera un respiro.La miré y le dije que ese encuentro lo iba a recordar por el resto de sus días porque la iba a hacer gozar como nunca. Dicho eso le pedí que se diera vuelta y se pusiera en cuatro piernas, le abrí los cachetes de su culo y me zambullí con otra mamada en su raya y en su agujerito anal. Por ...
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