1. Sofía Ardiente Volcancito, Cap. 10


    Fecha: 10/10/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... compras de ropa, calzado y mucha lencería así cómo corsetería y otras cosas que compartiría con Aleida, ya en casa de retorno solos y cansados por el viaje, don José se sentó a ver un poco la tv las noticias matutinas de las 6 am, mientras Sofía se probaba sus prendas y se paseaba delante de él, para que se las viera puestas, entre tanta ropita sensual Sofía se puso un baby doll que le quedaba como si fuera una muñeca de aparador, ya que estaba a la perfección la prenda tanto en el color pastel, mismo que le acentuaba al tono de su piel, así como su bikini blanco lleno de moñitos y boquitas estampados, y unas zapatillas altas de plataforma, pero de las de vestir, no de taibolera, así como estaba vestida, le preparó un café y se dispuso a hacer el desayuno para los dos, don José observaba que su niña cada día se veía más hermosa, ya su niñez iba quedando atrás día a día, pero sus rasgos infantiles aún los conservaba sus manos se iban estilizando más, su caminar ya comenzaba a ser la de una adolecente, pero aun así, era niña ya que le gustaba jugar todavía con sus peluches, su casa de muñecas que don José le compró una navidad, sus múltiples muñecas que formadas las tenía en un juguetero de su recamara, era una mujercita-niña y hasta la fecha es muy infantil de pensamiento, pero muy inteligente en la escuela, en sus obligaciones que desde los 11 años hace, y que don José le aplaude y la motiva. Después de desayunar ambos y desvelados del viaje de retorno a casa, don José se ...
    ... fue a acostar, enseguida lo alcanzó Sofía y se acurrucó a su lado adoptando la posición de cucharita y poner sus nalguitas en el paquete de su papi José, que al sentir el calor que emana de esa parte exquisita, pues de inmediato sintió un corrientazo de erección por la cercanía de esas partes de ambos, con una suavidad imperceptible Sofía movía su cadera y a la vez se pegaba más al pene cubierto por el calzón de José, quien lentamente lo bajo y se volvió a acomodar, para que su niña se siguiera dando gusto y frotándose ya más libre de los interiores de él, para abrazarla por su cinturita y jalarla más hacía su pene que ya en esos momentos ya le brotaba el precum de la excitación, para hacer a un lado de una nalguita de Sofía el bikinito nuevo de moñitos y boquitas, y acomodarle el glande en ese pequeño agujerito inviolado de niña, al cual comenzó a presentárselo y empujar muy suave y delicadamente, haciendo que Sofía comenzara a abrir su boca y soltar unos pujiditos muy dulces y unos imperceptibles gemiditos que sólo y ella y él los escuchaban: So. - - - Ahhhhh, papi, ahhh, ¿qué me vas a hacer papi?, no seas brusco conmigo, soy tu niña ahh, ¿No me vayas a hacer llorar?, ayy, ayyyy, duelee, ayyyy, duelee, no fuerte ayyy, ayyyyyyy Jo. - - - Mmmm, que delicioso calorcito me das en la punta de tu “comidita” ahhh, ¿quieres que te meta un poquito? So. - - - Ayyyyy, ayyyyyyy, pero papi, ¡nunca me los has metido ahí!, me va a hacer doler, y voy a llorar, ayyy, no, papi, nooo, ayyyyyy, ...
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