1. Fea de cara... pero, ¡qué cuerpo!


    Fecha: 10/10/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... adyacentes, pasillos y hasta el ascensor, de aseguró que había llegado al placer deseado. Acordamos zambullirnos en la templada agua que nos esperaba en la monumental bañera. Las sales y la espuma de baño, lograron el ansiado descanso a la carrera sexual. Sin secarnos, nos tiramos en la mullida cama y previa libación de una copa mas de champagne, empezamos a revolcarnos sobre el edredón. Casi sin darnos cuenta, estábamos enfrascados en otra introducción. Me frenó y me pidió una nueva variante. De pié contra la pared. Levantó una pierna hasta casi mi hombro, dejando su chumino tan abierto como a la altura de mi verga. Una pequeña untada de crema enjuague... ¡ Y adentro !. Pude levantarla asiéndola por sus dos nalgas, contando con su ayuda, que con sus piernas me rodeó la cintura. A pesar del dolor de riñones, no cejé en mi intento. Chupadas de tetas, mordisqueos en el cuello y el sube- baja de lentos movimientos, que nos henchía de placer. Cuando con grandes ronquidos acabé, creo que sólo unas pocas gotas ...
    ... de leche, entraron en su aterciopelada cueva. A sabiendas que ella no había acabado, y oponiéndome a su resistencia en tal sentido, llevé mi boca a su concha y con labios y dientes, en sus labios interiores y botoncito de placer, logré extraerle un nuevo y gozado polvo. Me agradeció que hubiera satisfecho sus deseos y decidimos acostarnos para recuperar fuerzas. Nos habremos dormido por mas de dos horas, cuando el teléfono nos informó que debíamos partir en menos de una hora. Sin previo acuerdo, nos echamos un polvo de despedida, baño de ducha y desayuno, previo a la salida hacia el aeropuerto, para reanudar el interrumpido viaje. Al desembarcar en destino, nos despedimos efusivamente y volvió a reiterar su agradecimiento, halagando mi manera de tratar a una dama. Mi reflexión final : Una mujer puede ser fea de cara, pero tener belleza en el resto del cuerpo, y lo que es mas gratificante e interesante es que su finura de gran mujer, no contrastaba con su enorme deseo sexual y su depurada técnica al respeto. 
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