1. Rosario después de Diez años de casada


    Fecha: 10/10/2017, Categorías: Infidelidad Autor: murgis, Fuente: RelatosEróticos

    ... le soltaba el sollozo mucho mejor. Se estaba relajando de la tremenda intensidad que le dio al vino estoy ovulando sin las consecuencias deseadas y muy caliente, esto le hizo gracia oír a D.Ramón que la piropeaba. Todo le resultaba ahora mejor, aunque su cabeza, por el poco sueño y el Tinto, la tenían en un semisueño y ayudaban a verlo todo mucho más relajado. Cuando se tomaba su cuarto vaso de Tinto, no pudo controlar sus palabras le habia dicho a D. Ramón que estaba caliente sin querer. Estoy desesperada,no se qué hacer… cree usted que tiene solución? ya quedó completamente abrazada al viejo que la acariciaba con cuidado, sin pasarse, mientras ella sollozaba en su hombro. A él se le puso su polla peligrosamente sobre salido de sus bajos y temió que ella se diera cuenta pero parecía que no se había apercibido hasta que le resbaló un brazo que fue a parar en la bragueta de él y notó aquello grande. Ay va qué pasa Ramón… es que…? bueno y se quedó con los ojos cerrados y como sonriendo, agotada por las carencias de descanso, la crisis emotiva y, naturalmente, el Tinto. Él la sostuvo con su formidable fuerza de toda la vida trabajador con sus brazos, la llevó en donde tenía su pequeño cuarto de descanso, al fondo de la trastienda y se la quedó mirandola. Estaba súper sensual con su pose de figura descompuesta, con sus brazos en total abandono, sus piernas separadas y su boca semiabierta emitiendo murmullos incoherentes y deslizándose la saliva por la comisura de sus gordos ...
    ... labios. Estaba para comérsela y no pudo resistirse. Se acercó y le movió los tirantes del vestido que al no ser de los ceñidos, se deslizaron sin más problema que el levantar los hombros para que corriese todo el vestido hasta la cintura y se encontró que, como ya se lo figuraba, iba sin sujetador. Madre mía qué tetas! preciosos de tamaño y turgencia pero lo que le maravillaron fueron sus pezones que hacían como si fueran como un pecho pequeñito sobre el pecho principal, sobresalidos y con una punta rosa algo hinchada ya por la ovulación. Se aproximó y lamió uno mirando a los ojos de ella por si los abría pero sólo advirtió una leve sonrisa añadida a su relajada cara. Siguió chupando y pasó a meterlo en la boca y succionando con delicadeza toda aquella protuberancia mórbida y sabrosa, se estaría todo el día así pero la situación no daba para entretenerse mucho. Le sacó las sandalias y le lamió los dedos de los pies, aquellos pies que más de una noche se había masturbado recordándolos, cogía uno a uno sus deditos y los aspiraba como si fueran palitos de caramelo. En aquel momento su polla ya estaba más que levantada. Le acabó de sacarle el vestido por los pies y se quedó otra vez contemplando su tanguita, cómo separaba los labios de su sonrosada y apretado coño, parecía que estuviera virgen de tan cerrados los labios. Ohhh… uhmmm… siii…. Ramónnnn… -susurró Rosario aunque sin abrir los ojos pues si los hubiera abierto hubiera visto al exquisito de D. Ramón, desnudo y con su gran ...
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