1. Miriam, Anita, yo y nuestra cama


    Fecha: 14/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Primera Vez Tabú Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... cerraban mis cálculos. Una noche Anita había regresado tarde, diciéndome que había salido a tomar unos tragos con compañeras de oficina. No traía aliento a alcohol, pero noté que le costaba caminar y cerrar los muslos…“Me vas a coger en tu linda cama matrimonial…?”Preguntó, sacándome de mis oscuras cavilaciones…Avancé hacia ella y la levanté por las caderas, apoyando su cuerpo sobre mi hombro. Miriam largó una carcajada mientras la cargaba hacia el dormitorio…La arrojé boca arriba sobre la cama y ella, con esa maliciosa sonrisa dibujada en sus sensuales labios, comenzó a quitarse la falda. La turra no traía tanga esta vez.Sonrió abriendo sus piernas, para mostrarme que su vello púbico había crecido desde la última vez que yo había disfrutado de esa dulce concha…“A mi marido ahora le gusta así, bien peluda…” Me aclaró.Le pregunté si estaba cogiendo con su esposo.“Anoche me dejó la cola en llamas… tres polvos por atrás”Entonces sonreí, reclamando que yo ahora aprovecharía esa concha bien humedecida solamente para mí…Miriam abrió todavía más sus muslos y zambulló un par de sus dedos bien profundo entre sus labios vaginales.Hizo varios movimientos y finalmente los sacó, mostrándomelos y ordenándome que me acercara. Le obedecí y ella metió sus dedos en mi boca, haciéndome lamerlos hasta dejarlos limpios.El sabor de sus flujos me provocó una erección dolorosa…Le pedí que me mostrara esas hermosas tetas, pero me dijo que su marido se las había dejado arruinadas a mordiscones y ...
    ... llenas de moretones. El muy bruto la había dejado muy dolorida y entonces esas tetas ahora estaban vedadas para mí boca y mis dedos traviesos…Me pidió que me acercara, Desprendió mi cinturón y tironeó de mis pantalones, dejándolos caer hasta el suelo.Luego sin dejar de mirarme a los ojos, fue descendiendo hasta mi amigo inseparable y abrió la boca para jugar durante unos segundos con su lengua en el glande. Luego me sonrió con la boca llena y yo pude sentir la erección total llenando su paladar…Miriam se aferró a mis nalgas, casi clavándome sus uñas y me chupó la verga rítmicamente. Se detuvo de improviso, vio mi sorpresa, se rio con malicia; me dio una leve palmada en una de mis nalgas y se puso en cuatro sobre la cama.“Cuidado… no te equivoques de agujero…”Me dijo sonriendo, acariciando sus labios vaginales.No necesité más invitación; subí a sus espaldas y le clavé mi verga en un solo embate, haciendo que Miriam aullara de placer. La humedad de su concha me volvió loco; casi me hizo acabar apenas la bombeé un par de veces…Durante unas cuantas horas cogimos en todas las posiciones posibles, acariciándonos mientras nos recuperábamos entre polvo y polvo…Cuando oscurecía, volví a cogerle la concha en cuatro patas. Estaba en lo mejor, disfrutando de la calidez de su vagina; sintiendo mi verga deslizándose suavemente, cuando una voz muy sensual me sacó de mi ensueño…“Upsss… qué ven mis ojos… no lo puedo creer…”Abrí los ojos para encontrar que Anita estaba allí, de pie apoyada contra ...