1. Celia una tormenta pasional


    Fecha: 15/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Erotismo y Amor Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos

    Lo que voy a relatar sucedió cuando tenía 23 años. Conocía a Celia hacia unos 4 o 5 años, mi madre y ella eran amigas del barrio pero se distanciaron cuando ambas se casaron y volvieron a verse para la fecha en que yo la conocí. Celia es una mina espectacular. Aparenta menos edad de los 42 que tiene. De baja estatura 1,62 m., y físicamente muy bien dotada, sus medidas 92-67–94, es casada tiene 2 hijos. Esa mañana fui hasta el negocio de mi madre y la vi, conservaba ese prodigioso cuerpo, cabello negro, largo hasta la mitad de su espalda, de piel blanca, ojos grandes y vivaces de color verde, maquillada muy delicada en párpados y ojos, labios finos con un suave rouge rosado, 1,65 de altura, llevaba puesta una remera negra de finos breteles, media espalda y brazos descubiertos, la remera era corta, unos 5 cm por encima de su cintura dejando su pancita libre, y con un escote que dejaba ver los comienzos de sus imponentes senos, un jean ajustado azul y unos zapatos de taco alto negro, abierto y con taco bastante alto. Aparte de su cuerpo cuando nos vimos me enloqueció su sonrisa La saludé con un beso en la mejilla, pero sentí tantos deseos por ella que la besé prácticamente en la comisura de los labios, todo en ella era tentador, a tal punto que por primera vez le tiré onda y dije G- Como haces? C- Que cosa? G- Para estar cada día más linda C- Yo no hago nada, pero si vos me ves cada día más linda es porque necesitas anteojos. Estuvimos hablando bastante, mamá no podía participar ...
    ... mucho de la charla porque tenía muchos clientes Ella le dijo a mi madre que iría a verla el domingo a casa, en clara señal de que se iba y yo aproveché para irme también. Salimos del negocio, la tomé de la mano y fuimos a un restaurante, tomamos una gaseosa y comimos tostados: La charla aumentó aún más mis deseos por ella, su matrimonio era casi inexistente, dormían en camas separadas, sus hijos se casaron, y cada uno hacia su vida. Al salir de ahí fuimos al garaje a buscar el auto, me ofrecí a llevarla a su casa, aunque mis intenciones no eran esas, prefería llevarla a la mía, pasamos por un parque que estaba a dos cuadras de mi departamento, fue cuando ella dijo: C- Como me encanta este parque, las veces que traía a mis hijos cuando eran chicos, íbamos a la calesita y juntábamos semillas de eucalipto que caían de los árboles. Y entonces rápido de reflejos dije: G- Yo vivo enfrente. Querés ir? Paramos caminamos por él, hacerlo le trajo muchos recuerdos. Cuando volvíamos dije: G- Yo vivo en ese edificio, te invito a tomar unos mates y de paso conoces mi casa Entramos, le gusto la casa en especial esa vista al parque, y ella preparó el mate Cuando ella fue hacía la cocina, mis ojos se deleitaron con el ondular de sus caderas y el movimiento de esas nalgas. Yo fui hacia la cocina, quería estar con ella la mayor cantidad de tiempo posible, miraba su cabello cayendo por su espalda, sus curvas, sus nalgas apretaditas por ese jean ajustado, y sus tetas asomando por el escote de su ...
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