1. Inicio de cornuda


    Fecha: 16/10/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... se dirigió a mi y me obligó a pedirle disculpas. Conocía ese tono amenazante de manera que tragué mi bronca y lo hice, hizo que me acercara a ella y la besara en la frente como forma de reconciliación, y lo hice. Cuando estuve al lado de ellos, constaté la descomunal erección de mi marido y sentí el olor a hembra que despedía el cuerpo de mi rival, obviamente caliente ante las caricias y las palabras de mi esposo, sumados a la excitación que le producía verme sometida ante ella. Llegada esa instancia mi esposo le acariciaba su espalda y su vientre y seguía halagándola...¿verdad que es preciosa? me preguntó...entendí que la respuesta debía ser afirmativa y lo acepté..."veinte años atrás, mi esposa era tan linda como vos"...ella se sentía ganadora...y entendí en ese momento que había perdido mi lugar de exclusividad en su vida. Elina estaba visiblemente excitada ante esa situación y ante la presión de la pija de mi marido en su muslo. Los halagos de mi marido fueron en aumento y referidos a sus bondades físicas, ante lo cual ella comenzó a sonreír...como acto de desagravio, me pidió entonces que desabrochara su blusa para que yo pudiera apreciar la belleza de sus jóvenes y hermosas tetas, y contra mi voluntad lo hice...no llevaba sostén...era realmente maravillosa, "verdad que son divinas" me preguntó mi esposo, y una vez más, mi respuesta fue afirmativa. Luego comenzó a acariciarlas, logrando que su piel se erizara completamente y sus pezones se afilaran ...
    ... inmediatamente...tomó mi mano derecha y la llevó a su teta izquierda, de manera que la acariciáramos los dos...ella comenzó a gemir, mi esposo acariciaba mi cabeza suavemente mientras me decía lo bien que lo hacía y que le hacía feliz ver que abandonaba mi orgullo en pos de una convivencia pacífica. Presionó sobre mi cabeza hasta hacer que mi boca quedara pegada a su pezón e instintivamente, lo comencé a lamer con suavidad, mientras le preguntaba a Elina si le gustaban los mimos que yo le prodigaba, entre gemidos ella decía que sí. Seguidamente, me pidió que levantara su falda para que pudiera observar su entrepierna...mi marido reventaba de calentura ante la visión de su monte de Venus cubierto apenas por una tanga negra. Separó suavemente sus piernas y me indicó que corriera su tanga para poder apreciar su sexo totalmente, cosa que hice sin ofrecer resistencia. Apareció ante nosotros una vulva hinchada, de labios rosados y a esta altura abiertos por la calentura...."está mojadita" me preguntó..."constátalo con tus propios deditos, amor"...no me resistí ante su pedido y lo hice, él me ayudó separando sus labios vaginales con suavidad y yo comencé a acariciar entre ellos notando una humedad que comenzaba a chorrear por sus piernas. Mientras mi esposo acariciaba mi cabeza, me preguntó si olía bien, empujó nuevamente mi cabeza hacia su sexo para que pudiera sentirla mejor, y le contesté que sí. Tiró hacia arriba sus labios de manera que quedara al descubierto su hinchado clítoris y la orden fue ...