1. Delirio Sagrado: La llamada.


    Fecha: 17/10/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: xverzo, Fuente: RelatosEróticos

    ... piernas. Sí, como sabía que ellos iban a verla a su cubículo. Las cruzó una y otra vez, lentamente, sintiendo su propio roce, el silencio espectral, el delirio inminente. Se entregó, pues, a sí misma. Entonces, con ánimos renovados, Lukas se alistaba para ir al primer día de su segundo año. No le emocionaba tanto ver a Amanda. Se había saciado con ella en fantasías, sueños, recuerdos. Aunque si guardaba cierta curiosidad por ver si seguía igual o si había cambiado en algo. En efecto, mientras esperaban en la entrada del colegio, vieron a Amanda bajar de un auto y despedirse con un beso del hombre que lo manejaba. Lukas sintió morir la esperanza y renacer una nueva traición. En general, todos se sintieron como Lukas pero ninguno como él. Lukas sentía muchos golpes en el estómago y una soga atada al cuello con un nudo firme. Hubo un revuelo general, motines silenciosos en los que se escribía “Puta Amanda” en las literas de los dormitorios y ya nadie sentía gusto por verla sino que la tildaban con los más bajos insultos. Ese año fue horrible para Lukas. Sumergido en una consternación interminable, sus notas fueron de mal en peor. Había asumido una posición igual que la anterior en la que parecía no importarle Amanda ni lo que se dijera de ella. Sin embargo, también escribió “Amanda puta” en una litera, pero que no era la suya para no delatarse. La odiaba en el mismo silencio en que la había amado. Usaba las mismas tácticas para observarla desde lejos y odiarla a muerte. Y ...
    ... desesperado pasaba frente a su cubículo como para encontrársela y decirle… nada. Sabía que no podía decirle nada. Que quedaría más idiota si le hablaba. Por ese año trató de odiarla todos los días hasta cansarse, para ver si así la olvidaba ya y podía concentrarse en sus estudios, pues era consciente de lo mal que le iba y ya había recibido amenazas de su padre si ese año no mejoraba las calificaciones. Pero, ¿qué importaba? Ya no deseaba llegar a 3ro. Es más, temía llegar a 3ro porque probablemente allí la vería y el delirio y el odio lo volverían loco. ¡A su edad! Seguían fantaseando con ella, sí. Pero en otros lugares, grotescos, infames, bajo condiciones viles y en funciones sádicas. Fantaseaba azotarla, amarrarla, insultarla mientras la hacía suya con una acentuada violencia. Estos pensamientos lo mantenían en un estado de embriaguez constante. Era una batalla de él contra él. Él que la amaba y él que la odiaba. En un esfuerzo final, consiguió aprobar el 2do año. No salvó el castigo, pero sí la penitencia y la deshonra de haber repetido un año escolar por despecho. Amanda volvió de Italia con un doctorado y un novio para inicio de segundo año. Aseguró que Saccomani le había prometido matrimonio aunque era mentira, sólo lo dijo para quitarse de encima incómodas preguntas y persecuciones morales. Stefano Saccomani era un hombre bien mayor que ella y al cual había conocido el día de su fiesta de doctorado. Era padre de una italiana menudita que se había graduado al mismo tiempo ...
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